Hace cuatro años que la esclerosis múltiple que sufre Mané Suárez Amaya, cacereño de 41 años, le obligó a vivir en una silla de ruedas. A pesar de tener una handbike, su silla es manual, a la que se le acoplan diferentes accesorios y ruedas.

Tras acarrear con diferentes problemas en su día a día, como el mal estado de muchos acerados o la falta de accesibilidad que existe en diferentes de barrios de la ciudad de Cáceres, no entiende que los desechos tengan también que obstaculizar su camino. «Bastante tenemos con esquivar baldosas, como para esquivar las heces caninas», relata.

Y es que, en un paseo por el barrio San Francisco, en un recorrido de no más de 600 metros y unos de siete minutos aparecieron seis deposiciones de perro.

«Una vez no pude evitarlo y me llevé una por delante», cuenta. Además, explica que un compañero de Cocemfe que tiene perro, «se ha llegado manchar hasta la ropa». La problemática no solo está en la calle o en ensuciarse las manos, al tener una silla manual, sino en llegar a casa, donde tienen que limpiar las ruedas.

Así mismo, Suárez cree que no vendría mal «una campaña de concienciación cívica que mantenga limpia la ciudad, hasta que no lo vives en primera personas no te das cuenta»

«La culpa no la tienen ni mucho menos los animales, no se puede consentir que no recojan los desechos de sus mascotas, que puede acabar en mis manos», finaliza Suárez.