Distintas palabras y distintos grados de indignación componen un mismo retrato de suciedad y abandono, el que denuncian parte de los vecinos de Mejostilla, concretamente quienes viven en el núcleo de viviendas --la mayoría sociales-- que componen las calles Arsenio Gallego Hernández y Bartolomé José Gallardo (paralela a la ronda Norte), con Héroes de Baler. "Lo que debería ser zona verde en realidad es un foco de infección porque está lleno de basura y de cacas de perro", señaló a este diario una vecina de la zona. Asegura que en el tiempo que lleva viviendo en esta zona --los pisos tienen entre dos y cinco años de antigüedad-- ha visto como se ha ido abandonado.

"Apenas hay vigilancia policial, a pesar de que tanto las peleas como los botellones son cada vez más frecuentes en la zona", aseguró, y advirtió de que algunos residentes en la zona barajan unirse y presentar un escrito para demandar mejoras. Su testimonio lo refrendan otros residentes que denuncian el progresivo abandono de la zona y que no ocultan cierta preocupación: "¿Se puede permitir que la basura rodee un nuevo centro de salud?", se preguntaba otro señor.

La respuesta la da una vecina: "no se puede permitir ni cerca del centro de salud, ni cerca de viviendas". Y afirma que en los días de calor "el olor de la suciedad acumulada frente al edificio son insoportables". El edificio al que se refiere es uno de los bloques de viviendas sociales que levantó y entregó la Junta hace poco más de un año. El espacio peatonal que separa los bloques cuenta con un espacio que estaba destinado a zona verde, y que está repleto de hierbajos y restos de basura.

"He pedido en varias ocasiones al servicio de limpieza que retiren esa suciedad, porque cuando hace viento la arrastra hasta los portales, pero nunca se ha hecho", se queja Juan Peña, representante vecinal del bloque de viviendas. A esa queja añade otras que a su juicio "están echando a perder la zona", y enumera: "había dos fuentes de agua potable, se estropearon, las retiraron y no las repusieron; hacen botellón en las escaleras del edificio y nadie les desaloja ni se limpian los restos". Por eso lamenta: "¿es que por no tener recursos somos ciudadanos de segunda?".

La queja es generalizada en la zona, pero algunos vecinos, comoJuan Jesús Ávila, reconocen tambiénque no todos los residentesactúan con cuidado: "Había unavalla que delimitaba el acceso deBartolomé José Gallardo a la rondaNorte, y los vecinos, parano tener que dar un rodeo, lohan cortado y han habilitadouna zona de paso entre lo quedeberían ser setos", explica yapela a la voluntad de institucionesy vecinos por alcanzarun acuerdo que mejore la situaciónla zona.