NACIO EN CACERES, HACE 60 AÑOS

FORMACION CURSO EL BACHILLERATO EN EL BROCENSE Y ACCEDIO "POR VOCACION" A MAGISTERIO.

TRAYECTORIA CASI 40 AÑOS. COMENZO EN PESCUEZA Y HA PASADO POR EL BATAN, CEDILLO, SALVATIERRA, Y VARIOS CENTROS DE CACERES. DESDE HACE 12 AÑOS DIRIGE EL CEIP PRACTICAS.

Capeó el temporal que se desató en febrero del 2008 con el desalojo del colegio Prácticas ante el riesgo de derrumbe; medió en la posterior tormenta de intereses entre padres de alumnos y administración, y dirigió el ´exilio´ en el Castra Caecilia y La Laboral. Las aguas vuelven este año al renovado cauce de la avenida Virgen de La Montaña y Benito Núñez, director del colegio en la última década, inicia el curso robando un año a su jubilación para poder estrenar las nuevas instalaciones. En el regreso al nuevo Prácticas comenzará su adiós a 40 años de enseñanza.

--Se ha quedado para reestrenar el colegio el 14 de septiembre.

--Pensaba jubilarme en agosto, pero me han convencido para que, ya que viví ese momento amargo, me vaya con otro más dulce.

--¿Qué impresión le da el nuevo edificio?

--Creo que la nueva estructura gana espacio y lo aprovecha mejor. Es nuevo, pero el colegio no ha perdido el espíritu que tenía. Ha mejorado todo. Se han incrementado las aulas, se han mejorado los accesos, han duplicado las salas de informática, hay aseos independientes para niños en todas las plantas y ha ganado luminosidad y colorido.

--¿Cómo recuerda ahora ese 13 de febrero del 2008?

--Como todo en la vida, lo malo se olvida pronto. Recuerdo el momento de locura de autobuses, niños, padres y huelgas, y el traslado. Pero en los dos centros nos trataron muy bien.

--A usted le tocó además mediar entre una administración superada por la situación y unos padres recelosos.

--Era mi obligación hacerlo. Tenía que ser el puente de unión. Tenía que pedir a la administración y sujetar a los padres para que todo se llevara a cabo con la mayor armonía posible, porque había que hacerlo.

--¿Cómo ha vivido este año y medio de exilio?

--La acogida fue excepcional. En ningún momento fuimos intrusos en estos centros, éramos parte de ellos y nos dieron todas las facilidades para ello. De hecho los alumnos preferían aquellas instalaciones porque tenían zonas de recreo más amplias que éstas. Aquí el espacio es limitado.

--Este curso vivirá la última vez de muchas cosas.

--Sí, pero lo único que me planteo es cómo organizar el inicio del curso. Entradas, recreos, distribución de las horas de los profesores para que no tengan que estar continuamente subiendo y bajando escaleras.

--Y todo eso en medio del debate del inicio del curso ante la gripe A. ¿Teme el miedo de los padres?

--Ese es el mayor problema. Por eso creo que deben actuar con calma.

--¿Cuánto tiempo ha pasado desde la primera vez que entró en un aula?

--Cerca de 40 años. Recuerdo que fue en Pescueza a comienzos de los años 70. Estábamos solo dos unidades y las aulas no tenían calefacción ni luz. Recuerdo los braseros de picón en el aula y aún tengo alumnos de esa época que me saludan cuando los veo. Después pasé por El Batán, Cedillo, Salvatierra y varios colegios de Cáceres. Recuerdo como especialmente buenos los 16 años que pasé en el colegio Gabriel y Galán de Aldea Moret.

--¿Cuánto ha cambiado la enseñanza desde esos inicios?

--Ha dado un vuelco cualitativo y cuantitativo para mejor, tanto para el el profesor como el alumno. Los profesores están ahora mejor capacitados. Los niños también salen mejor preparados.

--¿Y qué queda de la autoridad del maestro?

--Muchos maestros piensan que han perdido autoridad en el aula. Yo creo que ha cambiado, pero que es el maestro quien debe llevar la autoridad impresa y fijar las pautas y los límites en el aula. También los padres deberían implicarse más en la educación de sus hijos. Deben ser copartícipes de ello con el profesorado.

--¿Tanto han cambiado los niños?

--Ha cambiado toda la sociedad y ellos también. Los niños viven también realidades familiares distintas.

--Saltemos al futuro, ¿Cómo se ve en septiembre del 2010?

--Fuera de aquí, jubilado, dedicándome al campo, a pasear y a leer.