Especialista en Literatura Inglesa, Bernardo Santano Moreno, profesor de la Universidad de Extremadura, ha publicado el libro Sonetos de William Shakespeare, traducción poética de los 154 sonetos del autor inglés y genio de la literatura.

-¿Ha sido coincidencia o ha elegido la feria del libro, celebrada los últimos días en Cáceres, para la publicación?

-Ha sido una casualidad porque cuando se terminó el trabajo de traducción se empezó el proceso de edición en la editorial Acantilado y el editor, que es una persona muy erudita y culta, pero también es un hombre de negocios con buena vista comercial, decidió que un buen momento para salir podría ser este, aunque para mí no es lo más importante. Para mí esto es un trabajo de investigación que se refleja en una traducción poética.

-¿Hábleme de su obras?

-Es una edición de los 154 sonetos de William Shakespeare. La primera edición que hubo de este texto se hizo en vida del propio autor, en 1609. Se publicó un pequeño libro en el que estaban contenidos 154 sonetos que son los que aparecen en este libro. Basándome en esa edición, que es la estándar, yo he analizado todos y cada uno de los sonetos y he hecho una versión poética siguiendo el metro endecasílabo y rimándolos con la misma estructura del soneto inglés, que no es igual que el petrarquista que se sigue en la cultura española.

-¿Por qué Shakespeare?

-Es una cosa que empezó cuando yo era estudiante. Yo tenía que leer a Shakespeare y a otros autores y en un momento determinado sentí esa especie de fascinación por la riqueza que expresan estos sonetos, la riqueza de emociones personales, de situaciones y, por supuesto, el misterio que hay detrás de los personajes que aparecen ahí. Yo me sentí seducido por todo esto y a ratos perdidos pensaba en cómo sonarían en español. Tras haberlos leído muchas veces y hacerlos una parte de mí, lo que empezó como un hobby se convirtió en un desafío por eso decidí traducirlos en forma métrica rimada pero aportando alguna traducción en prosa.

-¿Cuál es su preferido?

-Hay varios, uno de mis preferidos y de los más famosos es el Soneto 18. Hay otro, el Soneto 72, que es especialmente bonito, y el Soneto 70, que también es precioso. Pero el 18 es mi preferido, es aquél que dice: "Eres como un día de verano, tienes más suavidad y más dulzura-".

-¿Cree que su obra tendrá buena acogida entre el público?

-Confío que sí. Sé que la poesía es un ámbito más reducido porque a veces necesita un acercamiento especial, pero yo creo que la poesía gusta y esta poesía es muy sonora, tiene mucha musicalidad, es grata de escuchar, tanto se puede leer como escuchar, es muy pegadiza al oído.

-Con la nueva era digital, ¿Cree que el libro seguirá siendo un soporte válido o triunfará el electrónico?

-Creo que los dos tienen futuro y son compatibles. El soporte electrónico facilita el acceso al libro de una forma mucho más inmediata en cualquier lugar del mundo, y eso es una ventaja increíble. Pero yo me resisto a pensar que la relación que se establece entre el lector y el libro por medio del tacto se pierda. A ese tipo de relación yo no renuncio tampoco. Abrir un libro y respirar el aroma que emana de las páginas, ese aroma a imprenta, a la tinta, y tocar las páginas, el papel, es una sensación especial y yo creo que eso no va a tener fin.