El jueves 27 de junio, a las 6.20 horas, llamé a Radio Taxi Cáceres para solicitar un servicio que me llevase a Renfe. Tenía justo media hora para coger el tren y no quedarme en tierra. Al otro lado del teléfono responde una chica y yo, como es lógico, le digo el nombre de la calle. "Lo siento, pero no la encuentro", me dice entre molestas interferencias. Segundos después se corta la llamada. Intento fallido. De nuevo marco el número y tras varias llamadas sin respuesta se vuelve a poner, así que esta vez, después de repetirle la calle unas cinco veces me pide el móvil y me dice que el taxi está de camino. Cojo las maletas y me bajo al portal. Mientras espero, al ver que pasa el tiempo y no llega, sigo llamando de forma insistente sin tener respuesta. De hecho, todavía podría seguir allí esperando mochila en mano. Así que al final me quedé en tierra y con el billete perdido.