Bulería, bulería, tan dentro del alma mía, es la sangre de la tierra en que nací..." . David Bisbal se golpea el pecho, abre los brazos, regala un baile de caderas, luego otro, hace volar sus rizos, cierra los puños, mira al cielo, y a Cáceres llega el delirio. Así comenzó anoche su actuación el artista internacional de pop latino, un concierto al que se sumaron fans procedentes de media España, desde Barcelona hasta Sevilla y desde Madrid hasta Palma de Mallorca. Alrededor de 6.200 asistentes según la organización (algunos pasaron la noche anterior haciendo cola) corearon emocionados las canciones del almeriense, una afluencia por debajo de las 13.500 entradas puestas a la venta, pero suficiente para desatar la locura en el hípico. Bisbal agradeció la entrega y se dio al público de principio a fin.

Con vaqueros, camiseta blanca, chaqueta negra sport , dos bufandas rojas entrelazadas y botas abiertas a media pierna, el artista, apasionado como siempre sobre el escenario, lo tuvo fácil para elegir repertorio: sus fans conocían absolutamente todas las canciones, y el público menos docto en Bisbalmanía también acompañó animadamente los estribillos. El recinto hípico se convirtió en un gran coro, en un hervidero de ritmos latinos, con momentos de estrecha complicidad con el cantante, como el contundente Ave María , el nuevo Esclavo de tus besos , y el más que romántico Mi Princesa .

Bisbal, sobre un espectacular escenario con efectos de luz y una inmensa pantalla panorámica, supo ganarse al público: "Ahí está Cáceres", "¡Qué arte! ¡Dios mío de mi vida!", "¡Aquí hay una gente efusiva al máximo!". Y desde abajo le respondían entre más gritos y más aplausos.

Pandillas de jóvenes, parejas abrazadas, quinceañeras con sus padres, niños correteando, señoras de edad prendadas del almeriense... Fue un concierto casi atípico, un espectáculo para todos los públicos . "Nosotros lo llevamos viendo desde chicas, cuando salía en Operación Triunfo , y eso que éramos más de Bustamante, pero Bisbal ahora es Bisbal..." , confesaban las hermanas María José y Blanca, de Casar de Cáceres. "Es un flipe , es un flipe , Bissss-baaal", coreaba Ainhoa, de Sevilla. "¡¡¡Olé, qué padrazo!!!", vitoreaba Jessica, de Salamanca, subida a hombros de un amigo.

EL AVION ´BISBAL´ Y es que Bisbal rozó anoche el cielo. Primero porque brindó una gran velada a Cáceres. Segundo porque hasta las nubes se aliaron con el artista y la lluvia, que amenazó durante todo el día (cayeron gotas en algunas ocasiones), respetó finalmente el concierto. Y tercero porque ayer mismo, coincidiendo con su estancia en la ciudad, la compañía Air Europa inauguró un nuevo trayecto aéreo entre Madrid y Miami (EEUU), residencia habitual del artista, bautizando el avión, un A330-200, con el nombre del cantante español. El David Bisbal despegó en su vuelo inaugural a las 15.30 horas del 19 de marzo desde Madrid y aterrizó en el Miami International Airport justo a las 01.50 hora española del sábado.

A LA COLA, DE NOCHE Este concierto ha sido el plato fuerte de MultiCáceres turística: I Feria de Cascos Antiguos , una fitur de ciudades con encanto que quiere pisar fuerte desde su primera edición, y para ello ha apostado por un artista conocido en medio mundo. Además, las circunstancias se han aliado con la visita de Bisbal: anoche fue su primera actuación en España tras su paternidad, también su primer concierto antes de su gira (un anticipo exclusivo) y el regreso a los escenarios españoles después de tres meses de sequía . Vamos, que las fans estaban encantadas.

Y tanto, porque algunas no dudaron en pasar toda la noche previa al concierto durmiendo en las puertas del hípico, a ratos haciendo cola para conseguir primera fila y a ratos turnándose para poder echar una cabezada dentro del coche. Entre ellas Tonica y Amparo, de 62 y 65 años, que se hicieron el viernes 636 kilómetros en coche para llegar a Cáceres a las siete de la tarde, ponerse en la fila y esperar pacientes toda la noche y todo el día hasta el inicio de la actuación. "Le seguimos donde va. Ya hemos estado en sesenta conciertos", confesaron orgullosas.

También hicieron noche en el ferial las cincuenta componentes de la delegación madrileña del club de fans, entre ellas Silvia y Laura. "Voy a todas sus actuaciones por España, incluso a Bruselas y París. ¿Que cómo me lo pago?, con mi trabajo", comentaba Silvia minutos antes del concierto. Sólo pusieron un pero al concierto: la falta de un guardia jurado para ayudar a mantener el orden de la cola y evitar tumultos al abrirse las puertas, y la falta de baños para quienes aguardaron horas y horas en el recinto ferial.

Otras no viajaron tanto, como Ana, Cristina La Rubia , Carmen, Cristi, Ana, Sara, Mamen y Alicia, que llegaron al ferial a media tarde procedentes de Malpartida, pero bien provistas de butacas, bebidas, snacks , aceitunas, paraguas y hasta un gran póster tridimensional de Bisbal para calentar motores. Al final todas tuvieron su gran noche, su noche sin lluvia, su noche con Bisbal.