"Fui a la inauguración y no me agradó. Es una idea artística que resulta muy provocadora, pero también muy peregrina. El efecto que consigue es impactante, pero para los insectos es cruel. Llegué a entrar en la habitación y me desgradó porque los grillos estaban vivos. Me impactó tanto que decidí salirme de esa habitación. Primero, porque me sorprendió verlos agonizando. El artista ha conseguido lo que pretende, una obra plástica e impresionar. Me repele y me parece cruel. Por otro lado, apoyo firmemente el proyecto de Habana Espacio Libre porque me parece muy interesante y recomiendo a la gente que vaya a verlo".