Los bolardos instalados en diferentes calles del casco antiguo para controlar el acceso de los vehículos al mismo se han convertido en una pesadilla para los conductores. Muchos son los que han sufrido algún percance con ellos --parece ser que en los dos años que llevan funcionando han ocasionado más de 50 accidentes--, pero los que han intentando demandar al ayuntamiento o a la empresa responsable de los mismos han perdido.

Como ejemplo de la práctica totalidad de los casos, una reciente sentencia del Juzgado de los Contencioso-Administrativo de Cáceres, que exime de responsabilidad en uno de estos accidentes tanto al ayuntamiento, defendido por el abogado Montero de Paz, como a la Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas, representada por el letrado Estanislao Martín.

La propietaria del vehículo accidentado hacía responsable a la Administración local del accidente y reclamaba el pago de 4.104,78 euros, importe de la reparación de los daños causados en el mismo, pero el juez no considera probada la responsabilidad del ayuntamiento y desestima el recurso de la demandante.

El accidente

Todo ocurrió sobre las 10.45 horas del 28 de marzo del 2003 en la plaza de Santa Clara, en los bolardos que se elevan para regular el tráfico de acceso hacia la ciudad monumental. Delante del vehículo siniestrado pasó otro coche y un conductor indicó al primero que pasara mientras mostraba la tarjeta al lector, pero al pasar el mecanismo de los bolardos se puso en funcionamiento impactando con los bajos del coche.

La demandante asegura que cuando se disponían a pasar "el semáforo estaba en ámbar", pero el juez considera que "no aporta prueba alguna sobre este extremo". Considera que "no se puede hacer responsable al ayuntamiento de los daños que cause el sistema de bolardos instalado cuando los mismos se ocasionen exclusivamente por no respetar los conductores las señales semafóricas de que está provisto el sistema, que fue precisamente lo que parece aconteció en estos hechos".

En su sentencia, además de desestimar la demanda en este caso, el juez generaliza como respuesta a algunos de los argumentos de la demandante, y señala: "Cierto es que han sido numerosos los accidentes ocurridos a consecuencia de los bolardos, pero según los informes la causa en todos fue el no respetar la señalización del semáforo en rojo y el tiempo de espera". Y añade: "No es cierto que el ayuntamiento haya procedido a la modificación del sistema por entender que era dañoso para los intereses de los particulares".