Los edificios superiores a 32 metros de altura son inaccesibles desde el exterior para los bomberos, en caso de incendio. Aunque la evacuación de las viviendas puede hacerse por el interior de los inmuebles, el Sepei reconoce que sería "un problema muy gordo" sacar a los vecinos si el fuego se propaga a los pisos más altos.

Este es el caso de la Torre de Cáceres, a cuyas plantas más altas no pueden llegar los bomberos. "Tenemos dos vehículos de 32 metros de altura. Son una escalera automática y un brazo articulado", asegura Genaro Sánchez, jefe provincial del cuerpo.

Según explica el responsable del Sepei, las mayores dificultades para una evacuación radican en controlar el fuego. "El peligro está en las plantas de abajo porque el incendio siempre va hacia arriba. El problema más grave que se nos plantea es que el siniestro se produzca en la quinta planta y tengamos ocho o nueve más por encima. En ese caso, si no podemos controlarlo, hay que evacuar a las personas por el exterior. Como nuestras escalas no llegan, el problema es grave", subraya.

SEGURIDAD OBSOLETA

Estas circunstancias se dieron en el incendio de la ronda de San Francisco: "Cundió el pánico porque los vecinos de las plantas superiores querían que les sacáramos. El fuego estaba por todas partes y se había propagado", argumenta.

La falta de mantenimiento de los sistemas de seguridad es otro de los obstáculos para los bomberos. Genaro Sánchez insiste en que los edificios deben tener unos medios de protección adecuados y cita las torres de la calle Doctor Marañón: "Hay columnas secas --cañería que atraviesa el edificio a la que conectar las bombas de los bomberos--, pero me pregunto cuánto llevan sin revisarlas", añade. La falta de agua en las bocas y las condiciones de acceso para los vehículos son las principales preocupaciones al atender un siniestro.