Los bomberos tuvieron que rescatar ayer a un obrero que quedó colgado del tejado de la parroquia de Fátima en la calle Sanguino Michel. Los hechos sucedieron alrededor de las 15 horas y, según testigos presenciales, el operario permaneció al menos 20 minutos agarrado de un brazo a una viga. Fuentes del parque de bomberos, que habían recibido el aviso de la Policía Nacional para que se desplazaran con urgencia a la zona, aseguraron que el hombre corrió "un serio peligro de caída al vacío".

El Centro de Emergencias 112 indicó posteriormente que el hombre fue trasladado al hospital San Pedro de Alcántara para su valoración, "sin que al parecer presentara lesiones de gravedad", informa Europa Press. Al lugar de los hechos se desplazaron también una ambulancia, un equipo médico del Centro de Salud de Cáceres y una dotación del Cuerpo Nacional de Policía.

La versión de los hechos ofrecida por los vecinos que acudieron a auxiliar al operario de la empresa Arpesa, elegida por la parroquia de Fátima para la reposición de la cubierta, pone de manifiesto los momentos de tensión que se vivieron hasta el rescate por parte de los bomberos. Un trabajador de un hostal de Sanguino Michel aseguró que el recinto estaba cerrado cuando ocurrió el suceso, lo que obligó a algunos vecinos a saltar con colchones ante el temor de que el obrero terminara cayendo al vacío. Este diario intentó contactar anoche, sin éxito, con algún responsable de la empresa de la reforma para que ofreciese su versión de lo ocurrido.

"URALITA DESGASTADA" Juan José Rivero, párroco de Fátima, tuvo conocimiento de lo ocurrido en Burgos, donde se encuentra de viaje. Afirmó que los trabajos habían sido encargados a esta empresa para solucionar los problemas de goteras que afectan al templo de la parroquia desde hace tiempo. Rivero precisó que las cubiertas son en su totalidad de uralita que, dijo, "se encuentra desgastada".

Fue precisamente en el extremo derecho de la fachada de la iglesia donde cedió el tejado mientras tres operarios, según la versión de un testigo, se encontraban trabajando en el interior de la cubierta. El suelo, también de uralita, debió de ceder y el operario quedó colgado de la viga, sin que pudiera agarrarse a la otra más cercana al encontrarse a casi un metro de distancia.

Anoche aún era visible el boquete por el que pudo caer el obrero, desde una altura de ocho a 10 metros, según detallaron los bomberos, que le encontraron con un cable en la cintura tendido por sus compañeros.

La voz de alerta la dieron los vecinos a una hora en la que Sanguino Michel no suele registrar paso de público al permanecer los establecimientos cerrados por el almuerzo. Testigos del hostal situado frente a la parroquia indicaron que el obrero era animado por los otros dos para que aguantara, mientras se agarraba a la viga a la espera de los servicios de emergencia.

Responsables del consejo de Economía de la parroquia afirmaron ayer que habían sido informados por la empresa de que tenía permiso para la obra, además de las medidas de protección "con una línea de vida en la cubierta". Fuentes del parque de bomberos eludieron dar cualquier detalle al respecto.

La parroquia añadió que los trabajos se habían iniciado este verano, tras haberse comprobado el mal estado de la cubierta meses antes. Para realizar estas reparaciones no se había establecido ningún plazo concreto, según responsables de Fátima.