Cáceres es la segunda provincia más extensa de España (casi 20.000 kilómetros cuadrados) pero tiene una población que apenas supera los 400.000 habitantes. Esta enorme dispersión dificulta la eficacia de servicios públicos como el de extinción de incendios, que ha sido históricamente deficiente para algunas zonas alejadas de los mayores núcleos, a las que los bomberos tardan hasta hora y media en llegar con sus vehículos. Sin embargo, la aprobación definitiva de una inversión de 6,9 millones de euros en dos anualidades (2019 y 2020) permitirá poner fin a esta situación con tres nuevos parques de bomberos en Trujillo, Jarandilla de la Vera y Guadalupe. Los gastos corren íntegramente por cuenta de la Diputación Provincial de Cáceres.

El pasado jueves, el pleno de la institución desbloqueó el límite marcado para la distribución de gastos plurianuales, dada la excepcionalidad y urgencia de las obras. «El objetivo es comenzarlas en este primer semestre y si todo marcha según lo previsto, tenerlas listas a finales de 2020», explicó ayer a este diario el diputado provincial del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios (Sepei), Alfonso Beltrán. Y es que no conviene perder tiempo: los tres parques permitirán reducir el tiempo de respuesta de los bomberos de hora y media en los puntos más distantes (por ejemplo Las Villuercas) «a veinte minutos, máximo media hora, en toda la provincia, de modo que se cubrirán las zonas con peor capacidad de reacción», subraya Beltrán.

Hay que tener en cuenta que un incendio originado por ejemplo en una vivienda de Guadalupe debe esperar a que lleguen los bomberos desde Cáceres (123 kilómetros). Asimismo, los pueblos de La Vera dependen de Navalmoral. «Los nuevos parques se han proyectado con criterios técnicos, atendiendo a las distancias, como no podía ser de otro modo. El análisis de la provincia evidencia que la zona oriental está muy desprotegida. La capacidad de reacción de los bomberos en algunos puntos es de más de una hora, incluso hora y media, con lo que ello significa», indica el diputado.

Estos tres nuevos parques se sumarán a los cinco del Sepei que ya gestiona la Diputación Provincial (Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata, Coria y Valencia de Alcántara), y a sus dos parques auxiliares de bomberos forestales de Gata y Nuñomoral.

Las tres nuevas instalaciones tendrán un coste en torno a 2 millones de euros cada una. En estos momentos se trabaja en la disponibilidad de los terrenos. Trujillo, que levantará su parque sobre una parcela del ayuntamiento en el polígono industrial, es el más avanzado. Jarandilla de la Vera y Guadalupe también tienen ya casi ultimada la cesión de otros dos solares municipales. Curiosamente el parque de Guadalupe ocupará el enclave destinado a la estación de tren que nunca se materializó. También se avanza en la redacción de los proyectos, que además con la nueva ley de contratos deben ser únicos para que no existan fraccionamientos.

EL NOROESTE, PENDIENTE / Quedaría todavía una zona en la provincia menos cubierta y alejada: la parte norte de Gata y Las Hurdes. Es cierto que allí se ubican dos parques de bomberos forestales de la diputación, pero también es cierto que sus cometidos no deben incluir los enclaves urbanos. «Existe el objetivo de hacer este parque con el tiempo», explica Alfonso Beltrán. El problema siempre tiene el mismo origen: Cáceres es la segunda provincia con mayor extensión tras Badajoz, y cuando se hacen los presupuestos a nivel europeo o nacional, se tienen más en cuenta los valores de población que los de dispersión. «Por tanto, no es tan fácil mantener una comunidad como Extremadura, mucho más amplia, que por ejemplo Asturias. Y necesitamos dotarnos de una calidad mínima de servicios antiincendios», matiza Alfonso Beltrán.

De ahí que la Diputación de Cáceres haya decidido correr con todos los gastos. Pero además las instituciones han agudizado el ingenio para aprovechar al máximo los recursos disponibles. Así, se han firmado convenios con la Diputación de Badajoz para que el parque de Valencia de Alcántara pueda atender la comarca noroeste de Badajoz (San Vicente y La Codosera), y para que, al mismo tiempo, el parque de Don Benito se haga cargo de la zona de Miajadas.

No obstante, existe otro escollo. El Sepei cuenta con unos 210 bomberos (excluidos los forestales) para cubrir las 24 horas del día en sus cinco parques de Cáceres, Plasencia, Navalmoral, Coria y Valencia de Alcántara. No son suficientes, de modo que de acuerdo con los profesionales se hacen guardias de refuerzo voluntarias para cubrir los servicios. La Ley de Estabilidad Presupuestaria no permite crear nuevas plazas, solo reponer las jubilaciones. Pero esta situación tampoco supone un ahorro, según afirma el diputado, porque los refuerzos se pagan como horas extraordinarias.

«Entendemos que hay cuerpos especiales donde la ley debería ser más flexible. De todos modos, cuando llegue el momento de abrir los tres parques, pediremos permiso al ministerio para ampliar la plantilla, es de sentido común», sostiene el diputado. La intención es que estas nuevas instalaciones tengan entre 3 y 4 profesionales por turno.

«Nuestra idea es que en dos años, máximo tres, toda la provincia puede tener su mapa completo con un servicio de calidad de extinción de incendios y emergencias», indica Beltrán.

También se han realizado inversiones de mejora en los parques de Cáceres, Plasencia, Navalmoral, Coria, Valencia de Alcántara, Nuñomoral y Gata. En Cáceres se ha incorporado un nuevo vehículo de salvamento, rescate y extinción de incendios con una escala de hasta 12 pisos que ha supuesto 700.000 euros. En agosto se hará lo propio en Plasencia.