El botellón continúa siendo una de las tradiciones inamovibles del fin de semana. Esta moda se ha convertido ya en un problema de primer orden en la ciudad. Ejemplos hay muchos, el sábado 22 de febrero se celebró un macrobotellón en la plaza Mayor, donde se concentraron más de 6.000 jóvenes y la policía tuvo que montar un servicio que se prolongó hasta las cinco.