El casco histórico, con especial incidencia en la plaza Mayor, registró numerosos botellones durante la madrugada del domingo en una escena digna de los tiempos anteriores a la promulgación de la Ley de Convivencia y Ocio de la Junta de Extremadura. A pesar de la finalización de todas las actividades del Womad, las concentraciones de jóvenes se repitieron, al igual que durante todo el fin de semana, por diferentes puntos de la ciudad monumental.

La policía local no realizó control alguno de los botellones, que se no se prohibieron en una demostración de que la excepción de la normativa regional, que permite el consumo de alcohol en la vía pública en caso de acontecimientos masivos, ha sido un hecho desde el miércoles.

A la ausencia de controles se unió la de incidentes, según informó ayer la jefatura de la policía local, que no realizó intervención alguna durante la noche del sábado. Estas mismas fuentes no pudieron precisar qué cifra de jóvenes se dio cita en la plaza Mayor, la zona más concurrida, ante la gran dispersión del botellón por el casco antiguo. Santa María y zonas adyacentes también fueron, de nuevo, al igual que las tres noches del Womad, escenarios para el consumo de alcohol en la calle.

Esta gran afluencia tampoco ocasionó problemas en el tráfico, sin que la policía tuviera que dar cuenta ayer de ningún accidente en la madrugada del domingo. El buen tiempo también favoreció las reuniones de grupos, que se extendieron al recinto ferial de donde aún regresaban jóvenes a mediodía de ayer, en un fin de semana marcado por la normalidad y la masiva asistencia al festival.