La base militar de Bótoa, en Badajoz, no tomará ninguna determinación con respecto al futuro del soldado detenido por una presunta violación hasta que no haya sentencia.

Responsables de la Oficina de Comunicación del acuartelamiento manifestaron ayer a este diario que si se demuestra su culpabilidad y un juez dicta para él sentencia condenatoria, será el momento de tomar medidas. Mientras tanto podría seguir desempeñando su labor en la base en caso de salir de prisión, donde se encuentra desde su detención.

En este sentido, la Oficina de Comunicación de la Brimz XI concretó que el soldado de 24 años J. M. A. C. se encuentra en situación de prisión preventiva por los presuntos hechos ocurridos el pasado sábado. Respecto a ellos, desde la base se puntualizó que ocurrieron "fuera de este acuartelamiento y en el tiempo libre que disfrutaba dicho soldado".

LOS HECHOS

Como ya informó ayer este diario, el soldado, natural y vecino de Cáceres y que trabaja como soldado profesional en el acuartelamiento de Bótoa, fue detenido por efectivos policiales como presunto autor de la violación sufrida por una anciana cacereña.

La agresión sexual a la mujer, de 78 años de edad, ocurrió en su propio domicilio, situado en la zona del Espíritu Santo, donde dejó entrar al joven al pensar que se trataba de un técnico de persianas al que estaba esperando.

Tras tenerse conocimiento de lo sucedido, efectivos policiales iniciaron la investigación necesaria para proceder a la identificación y localización del presunto autor. Esto ocurrió dos días después. El lunes día 5 por la tarde, J. M. A. C., tras ser citado, se presentó voluntariamente en la Comisaría de Cáceres, y tras instruirse las oportunas diligencias fue puesto a disposición judicial.