La comunidad musulmana que reside en Cáceres, se estima que la integran más de 2.000 personas, tendrá un lugar para la oración. Este es el deseo de los miembros de la Asociación Al-Yub (El Aljibe), que se ha constituido recientemente en la ciudad con el fin de "establecer aquí los servicios religiosos para la comunidad musulmana, así como realizar actividades culturales y formativas, dentro del espíritu propio de la tolerancia y el diálogo que caracteriza al Islam", indica a EL PERIODICO el presidente de la asociación, Yusuf Sulaiman.

El presidente de esta asociación y promotor de la misma es un escritor salmantino que hace años se convirtió al Islam y que hace poco más de un mes y medio se trasladó de Salamanca a Cáceres para llevar a cabo el proyecto, que ahora confía en ver muy pronto hecho realidad.

"Aquí en Cáceres hay un elevado número de musulmanes, la mayoría de ellos inmigrantes, sobre todo de Marruecos, aunque también hay argelinos y turcos, y es clara la necesidad de tener aquí una mezquita". Con este primer fin ha nacido Al-Yub, aunque a este objetivo religioso se sumarán también otros de tipo cultural y formativo.

Por el momento se busca el lugar idóneo para la mezquita --en principio se ubicará en un local, aunque la pretensión de la asociación es buscar un terreno donde en el futuro poder construirla--, así como los fondos para acometer este proyecto y demás actividades de la asociación. "Nos financiaremos con las cuotas de los socios y también, como cualquier otra asociación, con las subvenciones que podamos recibir de las instituciones".

Yusuf Saliman (en castellano José Salomón) insiste en que aunque el principal fin es el servicio religioso a la comunidad musulmana, los fines de la asociación son muchos más amplios, en el sentido de organizar cursos, conferencias, jornadas..., como las ya previstas sobre el el Islam en nuestros días, el Islam en occidente..., "abiertos no sólo a los musulmanes, sino a todos los cacereños".

La dificultad

Yusuf Sulaiman considera que a las autoridades les interesa que haya mezquitas amparadas por asociaciones legalmente constituidas y en las que todos sus miembros están perfectamente registrados con sus documentos de identidad o con sus tarjetas de residentes.

Defiende la edificación de la mezquita, "pues no la queremos como un adorno, ni para originar una polémica con otras confesiones religiosas o los ciudadanos, la necesitamos para la oración, así como también para la formación", y confía en que no surjan problemas ni polémicas.

Pese a todo, Yusuf Sulaiman reconoce, porque la experiencia así se lo demuestra, que "en las ciudades de España donde se ha puesto una mezquita siempre ha habido dificultades porque, por un temor siempre infundado, o bien los vecinos o bien las autoridades se oponían", pero confía en que aquí en Cáceres no haya ningún conflicto.

"Nosotros lo que queremos es establecer diálogos con todas las instituciones, a las que nos iremos presentando en las próximas semanas; con las asociaciones asistenciales, como Cruz Roja o Cáritas; y también con las demás confesiones religiosas. Queremos una relación cordial".