Ocho de cada diez cacereños mayores de cincuenta años tienen problemas de tensión arterial. Una encuesta realizada por once farmacias cacereñas entre más de un centenar de personas que superaban esta edad ha puesto de manifiesto la alta incidencia que tiene esta patología en la provincia: apenas un 19% de los sujetos analizados tenía su tensión en estado óptimo. Por contra, el grupo de prehipertensos --a partir de 140 de máxima y noventa de mínima-- detectado se situó en el 39% y los claramente hipertensos --desde 160 y 100, respectivamente-- fueron el 42%.

Conocida también como la asesina silenciosa , "la hipertensión arterial es una enfermedad de la civilización moderna. Aunque no ofrece síntomas de su existencia causa terribles daños en órganos fundamentales como el cerebro, el corazón, o los riñones", explica Joan Pueyo, responsable del Area de Diagnósticos de los laboratorios Hartmann, que la pasada semana ofreció a los farmacéuticos de Cáceres y Plasencia charlas sobre esta patología y sobre un nuevo tensiómetro que acaba de salir al mercado, el Tensoval duo control.

Otro aspecto importante revelado en este estudio es la frecuente presencia de factores de riesgo añadidos en este tipo de pacientes. Entre ellos se encuentran el tabaquismo (24,5% de los encuestados), la obesidad (19%), la diabetes (10%), y el sedentarismo (19%).

La toma periódica de la tensión arterial, en farmacias y consultas médicas, ha sido el método tradicional para seguir la evolución del paciente. Pueyo explica que esto tiene dos inconvenientes: por un lado, la medición que se obtiene no es una constante. Al hacerse con intervalos de tiempo muy espaciados, es una información puntual que puede no ser exacta. Por otro, añade, "hay pacientes que se ponen nerviosos al ir al médico. Son los hipertensos de bata blanca", algo que también puede distorsionar los resultados del diagnóstico.

Por este motivo, cree más recomendable que sea el propio paciente el que realice un seguimiento de su tensión en casa --"quizás una vez al día", apunta--, siempre que lo haga con equipos precisos y en colaboración con su médico o farmacéutico.