La pirámide se invierte. Cáceres es una provincia envejecida. Factores como la baja natalidad y una población joven que emigra generan un desfase generacional que repercute directamente sobre el mercado laboral. La media de edad de una plantilla ronda los 42 años. Esta cifra se aleja de la media ideal, 38 años, y de los datos de 2007, cuando en el país los empleados de una empresa no superaban una media de 39 años,

El último Informe de Trabajo de la provincia de Cáceres que elabora el Ministerio de Empleo constata este envejecimiento demográfico y revela que la población próxima a jubilarse, es decir, con una franja entre los 60 y 64 años, asciende a 25.235 personas en el último barómetro y supera a los 19.555 que se acaban de incorporar al mercado laboral y que se encuentran en la franja entre 20 y 24 años. Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística, el número de personas empadronadas en la provincia cacereña en 2018 es de 395.815, de las que 196.317 son hombres y 199.498 son mujeres. Esta población representa apenas el 1% de los habitantes del país y algo más del 35% de Extremadura. El estudio que elabora Interior refleja que la provincia registra una pérdida de más de 10.000 habitantes desde 2013. Cáceres acabó 2017 con 400.036 habitantes y a datos de junio, ha perdido 4.221 habitantes.

Por edades, el número de personas mayores de 64 años alcanza las 90.000 personas. Duplica la cifra de cacereños menores de 16 años, que apenas suman 40.000. Cabe destacar que en la provincia hay 4.786 personas que se encuentran entre los 90 y los 94 años, 1.194 que se encuentran entre los 95 y 99 años y hasta 199 que superan los 100 o más años. En estos tres baremos, la población de mujeres siempre supera a la de los hombres. La franja más numerosa se encuentra entre los 50 y 54 años, con 32.805 cacereños, entre las que 16.568 son hombres y 16.237 son mujeres, y entre 55 y 59 años, con 31.711 cacereños -16.417 hombres y 15.294 mujeres-. Al contrario que en las edades más avanzadas, en estos dos últimos casos, la población de hombres supera a la de las mujeres. Atendiendo al informe, la provincia cacereña registra un índice de envejecimiento de la población alto, cerca de 50 puntos por encima del nacional.

Para Enrique Barrasa, presidente de la Confederación Extremeña del Comercio (Confeco), este envejecimiento representa un verdadero problema para sectores como el comercio. «Venimos notando en los últimos años que no hay relevo generacional, hay un corte entre los 30 y los 40 años, es un problema social, la tasa de crecimiento es nula», sostiene. En ese sentido, alega que precisamente esa franja más productiva, entre 25 y 30 años, no encuentra oportunidad y se marcha de la provincia. «Los jóvenes con mayor cualificación se van», lamenta. Según recoge el estudio de Interior, la provincia registra una movilidad laboral negativa, es decir, que en el último año, salieron más personas de la provincia de las que vinieron a trabajar en ella. Llegaron algo más de 19.000 trabajadores de otras provincias, la mayoría de Badajoz, y se fueron más de 36.455, la mayoría a Madrid. Del mismo modo, Barrasa incide también en que ese desfase demográfico revierte directamente sobre el consumo. «La franja que más consume entre 25 y 30 años, no lo hace», concluye.

MÁS EMPLEO DE REPOSICIÓN / A pesar de las consecuencias negativas del desfase generacional, lo cierto es que esta situación muestra una cara. La elevada cifra de población que se jubila en los próximos años garantizará una elevada tasa de reposición, es decir, empleo destinado a trabajadores que acceden a los puestos para sustituir las vacantes de las jubilaciones. En la provincia cacereña, hay 12.241 afiliados mayores de 60 años que representan el 8,75% de los afiliados. En 2017, ya se firmaron 180 contratos relacionados con jubilaciones que se concentraron entre industria, construcción, sector servicios, administración pública y defensa, seguridad social y educación. Según las previsiones de oferta y demanda del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP), más del 90 % de empleo hasta el 2025 será de reposición.