Nunca me había puesto en la piel de un turista que viene a Cáceres. Quería sentir algo parecido a lo que siente una persona la primera vez que visita nuestra ciudad. Y quería hacerlo este sábado, cuando precisamente se cumplen 10 entregas de esta sección. He tenido la suerte de coicindir con una delegación de Almería que ha pasado unos días por aquí. Lo primero a destacar es, cómo no, la gastronomía. Qué bien nos trataron las hijas de Eustaquio Blanco en su restaurante, se nota que tienen los mimbres de aquel que fue el gran rey de los fogones cacereños. Y qué decir del restaurante Vostell, en Malpartida de Cáceres, que lleva Manuela Valerio con tanta atención, esmero y profesionalidad. Y de La Morocha, tapería argentina de Javier y Emiliano Díaz, en la que hasta nos dejaron llevar una deliciosa tarta de Noelia, la de la Pastelería Isa, para celebrar el 50 cumpleaños de una las excursionistas.

Es increíble la buena gente que tiene Cáceres. Alberto Gómez, Gomi, es un gran anfitrión enseñando el Santuario de la Montaña, Zeus Carrero se merece lo mejor en su Extreibéricos, situado en la calle Antonio Silva, justo en frente de la frutería que tiene Susi y que vende unas magdalenas de zanahoria de Arroyo de la Luz que son toda una delicia. Y para increíble Santos Benítez Floriano, el cronista oficial de Cáceres, nieto de doña Marina López López, que fue directora de la Escuela de Magisterio y que vivía en la calle Caleros. Es espectacular el conocimiento que sobre Cáceres atesora la memoria privilegiada de un hombre que bien merece un monumento.

Pero pasear por Cáceres no es solo pasear por su ciudad monumental, es recorrer su centro histórico, probar los gintonics de Edinho Queiroz, los chupitos de Sara, la del Capitán Haddock, la charla con el periodista Juan Carlos Vera, las cervezas en el María Bonita de la plaza, dejarte llevar por la música del Barroco en La Madrila o reír a carcajadas en Nebbia con Miranda Pa Cuenca...

¿Qué tiene Cáceres que a todos enamora? La delegación de Almería se quedó prendada con su Leoncia, la última vocera de El Periódico Extremadura, le tocó los pies a San Pedro de Alcántara y destacó su limpieza. Vinieron con Toni, afable conductor. No les importaron los kilómetros porque se fueron satisfechos de haber mirado esta ciudad con ojos limpios, con la mirada de alguien que ve un paraíso desconocido del que nunca había oído antes hablar y al que pusieron una nota más que merecida de 10, como el número que hoy cumple esta sección.