La banda de cornetas y tambores Cáceres 2016 y la de la Asociación Corona de Espinas de Sevilla escenificaron ayer en la plaza de San Jorge su hermanamiento en un acto que contó con la asistencia de numeroso público. Ambas formaciones, integradas por jóvenes, realizaron exhibiciones con sus instrumentos en el casco histórico después de recorrer las calles del centro. La convocatoria también sirvió para la presentación de los nuevos uniformes de esta banda, creada en 1996 en el seno de la cofradía de la Sagrada Cena y de la que se escindió en el 2005. En la actualidad cuenta con 45 miembros.

Rubén Cantero, director musical de la formación cacereña, se mostró satisfecho por este hermanamiento, que nace fruto de la colaboración entre las dos bandas. De hecho, Enrique Garfia, director musical de la banda sevillana, se desplaza semanalmente a la capital cacereña para asesorar a sus colegas cacereños. Garfia apuntó que esta unión tendrá continuidad con nuevos proyectos conjuntos.

La cita también sirvió para rendir homenaje a Alberto Bustamante, iniciador de la escuela musical de la banda, que recibió uno de los nuevos trajes y una placa. El concejal Cipriano Madejón y la coordinadora de la oficina de Cáceres 2016, Inmaculada Muñoz, acudieron al acto.