Hay dos tipos de medidas para cuantificar el consumo de agua en Cáceres. Una es el agua que se trata en la planta potabilizadora que está en la umbría de la Montaña, de donde se distribuye por toda la ciudad, y otra es el agua que se factura, que es por la que se paga en hogares, locales o empresas. La segunda cifra está a niveles de hace un cuarto de siglo.

Según datos de Canal de Isabel II, empresa que tiene la concesión de la gestión del servicio de abastecimiento y depuración, en 2019 se facturaron 6,4 millones de metros cúbicos entre los usuarios del servicio que abonan por el agua, lo mismo que en el año 1996, cuando también fueron 6,4, pero menos que en 1995, con 6,6, y 1997, con 6,9, según la información del plan económico-financiero del concurso que se convocó en 2010 para sacar a licitación la concesión de la gestión.

Algo parecido pasa con el agua tratada en la planta potabilizadora, aunque en este caso la comparación es con cifras de hace una década. El pasado año se trataron 9,7 millones de metros cúbicos, según datos de la empresa concesionaria, menos que hace una década. En 2009 fueron 10,9; en 2010, casi 11; y en el periodo entre 2006 y 2009 fueron 10,7.

Canal de Isabel II ha dado datos esta semana sobre su gestión durante la crisis del coronavirus. Uno de esos números es que en abril ha descendido el consumo un 2,3% con respecto al mismo mes de 2019. Esto supone un ahorro de 15 millones de litros. No es mucho, es algo menos del agua que se trata diariamente de media en la estación potabilizadora, por donde en abril pasaron 21.792 metros cúbicos al día de media. Desciende el gasto por la paralización de la actividad en negocios, comercios y restaurantes, detalló ayer María Fernanda Lorenzo, responsable del área técnica de Canal de Isabel II en la ciudad.

El agua que se trata diariamente para su consumo en Cáceres prácticamente coincide con la que se trasvasa desde la cola del pantano de Alcántara, donde está la toma del Almonte. Se está trasvasando de media unos 22.000 metros cúbicos al día. El suministro depende de este trasvase. Tras un primer concurso fallido, Canal acaba de adjudicar su mejora a una unión temporal de empresas. La obra permitirá cambiar las bombas y aumentar la capacidad de trasvase hasta 36.000 metros cúbicos al día. Ahora el Guadiloba está al 40%, tiene agua para menos de un año, pero el trasvase y su ampliación garantizarán el abastecimiento siempre que en el embalse de Alcántara no se baje de la cota 192.

En el mes y medio del estado de alarma se han atendido 133 incidencias en las instalaciones y en la vía pública. Se han suspendido las lecturas de contadores y las tomas que se hacen en domicilios para su análisis. Y está en estudio la posibilidad de dar un mes más de plazo para el pago de los recibos del segundo bimestre, que se suelen poner al cobro en mayo para su pago hasta junio.

Canal tiene aún abierto y pendiente de adjudicar el contrato de elaboración de un informe pericial sobre aspectos económicos de la concesión. Según la documentación de este procedimiento, la empresa estima que el ayuntamiento le adeuda 3,5 millones de la anterior concesión, además el informe tendrá que valorar costes y facturación de los últimos cuatro años de cara a la revisión de precios que puede pedir la empresa para restablecer el equilibrio económico de la concesión.

Un dato es llamativo: se está facturando mucha menos agua que la que se calculó cuando se sacó el concurso de concesión. En 2019 tenía que haber estado muy por encima de los 7 millones de metros cúbicos, según los cálculos que se hicieron públicos en 2010 cuando salió el concurso y que sirvieron a la empresa para hacer su oferta de costes. Sin embargo el pasado año se facturaron 6,4, la misma cantidad que en 1996.