Decathlon abrió el año pasado en Mérida su tienda número 90. Este mes ha empezado a construir su establecimiento de Badajoz con 3.700 metros cuadrados, 7 millones de euros de inversión y una previsión de 60 empleados. También Leroy Merlín retoma en 2013 su proyecto en la capital pacense (29 millones y 120 empleos directos). Estas firmas, al igual que la multinacional E. Leclerc, han llamado anteriormente a las puertas de Cáceres pero aquí sus planes no han salido adelante. De hecho, otros proyectos de centros comerciales siguen parados: La Calera (Nuevo Cáceres), centro de ocio (junto a Carrefour) y Parkridge (Montesol), por no hablar del eterno macroparque del ferial o el culebrón de El Cortes Inglés.

¿Qué ocurre en Cáceres? ¿Por qué no cuajan los grandes desembarcos comerciales? No es un problema específico de una legislatura o de un partido, parece un mal endémico de la ciudad. "En primer lugar, hasta hace algunos años Cáceres apenas tenía suelo comercial. El Parque Empresarial Mejostilla sí ha supuesto la creación de espacios a precio razonable, allí cabe El Faro dos veces y media, pero estaba previsto conectarlo con la ronda supernorte y esta no se hizo", explica el secretario de la Federación Empresarial Cacereña, Pedro Rosado.

El problema es que el parque ha quedado situado "en un fondo de saco, con un solo acceso, lo que le quita atractivo. Quizás haya que plantearse su conexión", sugiere. Por otra parte, "Cáceres tiene la población que tiene, y además las preferencias comerciales van en función del tiempo de viaje, y en ambos aspectos no somos precisamente los primeros", indica Rosado, que también recuerda la poca flexibilidad del antiguo plan de urbanismo, la rigidez del actual, y las "pegas burocráticas" que tampoco faltan. No obstante, según Rosado, los proyectos de centros comerciales son privados y por tanto responsabilidad de sus promotores.

Por otra parte, la gerente de la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres, Mari Angeles Costa, subraya los altos costes que están alcanzando los alquileres en el centro de la ciudad, lo que provoca que otras firmas que requieren medianas o pequeñas superficies, o comercios independientes, encuentren un serio obstáculo para asentarse.

LOS FIASCOS Sea como sea, los proyectos se caen. Decathlon, multinacional gala de material deportivo, anunció en 2007 su intención de abrir en Cáceres. El director general y la responsable de expansión llegaron a reunirse con el alcalde, entonces José María Saponi, y le presentaron su plan: una tienda con 200 empleos cerca del ferial. En 2010 existieron nuevos contactos con Carmen Heras, pero nada más. Hoy la firma está en Mérida y antes de fin de año abrirá en Badajoz

El gigante del bricolage, Leroy Merlín, también desveló en 2009 su intención de desembarcar en Cáceres. El proyecto fue vinculado al centro de ocio del matadero, pero se desinfló. Eso sí, la cadena compró una parcela de 100.000 metros en Badajoz y ha incluido el establecimiento pacense en su expansión 2013.

Leclerc también ha buscado un emplazamiento en Cáceres. Primero llegó a un acuerdo con el grupo Pinilla para entrar en el Centro Comercial La Calera. Más tarde, en 2005, se rompieron las negociaciones y el grupo francés se dio cinco años de plazo para abrir un híper en Cáceres. Otro proyecto esfumado. Incluso Ikea trasladó a Saponi su interés por la ciudad, y entabló más tarde contactos indirectos con Carmen Heras. Pero en este caso, la cadena sueca ha pospuesto su posible expansión (se habló también de Mérida o Badajoz) hasta 2015.

GRANDES PARQUES Los centros comerciales y de ocio tampoco han prosperado, pese al número de proyectos. En 2003 se presentó oficialmente al ayuntamiento el centro Todo-Ocio en el ferial, a iniciativa del promotor Paco Lobo. Proponía una adecuación del hípico con 3,5 millones de euros. El segundo proyecto, también en el ferial, fue dado a conocer por Saponi ese mismo año y estaba respaldado por un grupo de inversores dispuestos a poner 30 millones de euros. El tercero lo plantearon inversores europeos en otro emplazamiento de la ciudad, aunque no trascendieron detalles.

En octubre de 2003 se presentó el cuarto proyecto, diseñado sobre las 3,2 hectáreas del antiguo matadero, junto a Carrefour. Siempre se ha considerado el más rápido y factible por tener el terreno una calificación óptima, pero tras años de trámites y ajustes en el proyecto --9 millones de euros--, sigue estando solo en los planos.

Respecto a los parques comerciales, La Calera se anunció en 2001 en Nuevo Cáceres y pasó por distintas vicisitudes burocráticas hasta obtener vía libre, pero la crisis complicó su financiación --51 millones de euros--. El centro comercial Parkridge, en Montesol, con 12.000 metros cuadrados y 22 millones de coste, se paralizó en 2009 solo un año después de iniciar su tramitación.