Eduardo es un joven español que vive desde hace cinco años en Chile. Nunca pensó en volver a España hasta que la enfermedad de su hermana, por la que estuvo a punto de morir, le trajo de vuelta a su país de origen, en Navidad. Aquí se reencuentra con sus fantasmas. Es el argumento de Un buen hombre, un drama en formato cortometraje que están rodando un cacereño y un chileno y en el que participan actores como Alberto Amarilla (protagonista), Mabel del Pozo (hermana) y Santiago Meléndez (padre del protagonista).

El proyecto nace en el año 2012, cuando el guionista y director del corto, el chileno Matías Valenzuela, escribe la primera versión de la historia. Poco después Valenzuela se marchó a Cuba para participar en el taller internacional ‘De la producción de campo a la ejecutiva en el mercado internacional’, de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Santiago de los Baños de Cuba. Estaba organizado por Sandy Lieberson, un productor norteamericano que trabajó para Rolling Stones o la Fox. Hasta Cuba también viajó el cacereño Héctor Ramos, productor y la otra pieza de este puzzle, para completar sus estudios de cine. Allí forjaron su amistad y se fraguaron los inicios de este proyecto cinematográfico.

Volvieron a retomar el contacto hace dos años, cuando decidieron ponerse en serio con el cortometraje y adaptar el guión a las dos nacionalidades. Así, mientras el original transcurría exclusivamente en el país sudamericano, ahora la historia se divide entre Cáceres y Santiago de Chile. Han logrado una ayuda que les ha permitido comenzar a grabar, del Consejo Nacional de la Cultura de Chile. Su proyecto fue seleccionado entre un centenar que se presentaron.

El rodaje de Cáceres se ha llevado a cabo entre el 4 y el 8 de enero, coincidiendo con las navidades, fecha en la que transcurre la historia. Se ha grabado en el cuartel Infanta Isabel, que se ha transformado en un colegio, en el restaurante La Cabaña, en una casa en Montesol (donde se localiza la mayor parte de la historia), en el bar Havoc y en una casa privada en Sierra de Fuentes. Falta ahora rodar la parte chilena, en la que participará también Alberto Amarilla. «Queremos agradecer a Alberto Amarilla su profesionalidad y su implicación, él nos consiguió al resto de actores y estamos encantados», señala Valenzuela.

UN EQUIPO DE 30 PERSONAS / El equipo ha estado formado por 30 personas, todos extremeños excepto Matías Valenzuela, Mabel del Pozo (Logroño) y Santiago Meléndez (Zaragoza). El cortometraje está grabado en resolución 4K y es una coproducción internacional en la que participan la productora del chileno Matías Valenzuela, el productor cacereño Héctor Ramos y colabora otra productora de la ciudad, Gham Company.

«Como director de ficción es mi ópera prima. Lo estamos haciendo con mucha responsabilidad. Cuando cuentas con actores tan buenos te exiges que tiene que salir bien. Tenemos la sensación de estar haciendo algo muy bueno», indica el director. Una vez terminado la intención es presentarlo a certámenes españoles e internacionales: «Queremos que el corto se vea, porque lo peor que le puede pasar a un cortometraje es que se quede metido en un cajón», señala Héctor Ramos, que añade que su objetivo es «demostrar que en Cáceres también se pueden hacer cosas sin necesidad de que vengan de fuera», concluye este cacereño.