«Queremos vivir en Talaveruela de la Vera pero no con un trabajo que podamos hacer en cualquier otro sitio, sino aprovechando este entorno, sus grandes recursos, y a ser posible crear empleo. Queremos vincularnos con el territorio». Así lo explica Susana Daudén, una de las promotoras del primer vermut de La Vera que dentro de un año espera ver la luz. Este proyecto ha ganado el segundo premio PIE 2020 que impulsa la Diputación Provincial de Cáceres, con el fin de ayudar a las mejores ideas emprendedoras del mundo rural. El primero ha sido para la única estación de investigación medioambiental prevista en Extremadura (Monfragüe) y en España. Un proyecto de inmersión lingüística en Sierra de Gata y otro de cultivos de hongos comestibles en bagazo de cerveza, en Madroñera, completan el palmarés del talento cacereño.

«Necesitamos personas como vosotros, con ideas, dispuesta a prepararse y a mejorar en todo lo posible nuestra provincia, nuestro mundo rural», subrayó Carlos Carlos Rodríguez, presidente en funciones de la diputación, al desvelar los ganadores de la presente edición, que han tenido que superar varias selecciones, un periodo de asesoramiento y formación y, finalmente, un proceso de exposición y defensa de sus proyectos. De los treinta iniciales, cuatro saldrán adelante con el apoyo económico de estos premios, que otorgan 15.000 € al ganador, 7.000 € al segundo, y 3.000 € a cada uno de los dos accésit.

Todos ellos llegan inspirados por una generación «que se está revelando ante la despoblación y el pesimismo», destacó el diputado del Área de Reto Demográfico, Álvaro Sánchez Cotrina, en la entrega de galardones.

Esta generación de emprendedores se revela ante la despoblación y el pesimismo

Y así es. Porque Elisa Pizarro y Christian Schöb se han empeñado en abrir una estación de investigación medioambiental pionera, en una extensión de 150 hectáreas de su propiedad (90% dehesa), en el Parque Nacional de Monfragüe. «La idea es convertirla en una finca experimental que permita realizar estudios en diferentes disciplinas y se vaya forjando una base de datos, de manera que cada vez resultará más y más interesante para la comunidad científica utilizarla de cara a sus trabajos», explica Elisa Pizarro. «Alberga además una nave ganadera que queremos reconvertir en estación científico-tecnológica, con laboratorios básicos para que los investigadores puedan llevarse las muestras ya procesadas en el formato que necesiten», destaca la promotora.

De Suiza a Torrejón

Elisa Pizarro y Christian Schöb son dos investigadores reconocidos con carreras científicas en ecología vegetal, tanto en Suiza como en Reino Unido y España (Cristian ejerce de profesor de la Universidad ETH de Suiza, una de las diez mejores del mundo en ciencias agrícolas, donde lidera el grupo de Agricultural Ecology). Tuvieron la posibilidad de desarrollar el proyecto en Suiza, «donde realmente es más fácil porque se apoyan mucho estas iniciativas». Pero se decidieron por Monfragüe porque la iniciativa se basa en un componente de desarrollo rural, porque pretenden convertirlo en una fuente de empleo de calidad, y porque al fin y al cabo Elisa es de Torrejón el Rubio y ambos pretenden extraer conocimientos «para aplicarlos al medio ambiente extremeño». Por cierto que ya se han puesto en marcha con un primer proyecto junto con empresas suizas de I + D + I

El proyecto tiene además otros objetivos: prestar alojamiento a los investigadores mientras trabajan, y ofrecer cuidados infantiles para que las científicas no aparquen las campañas de campo cuando son madres. También se promoverá el turismo científico y la ciencia ciudadana en la nueva estación, a fin de divulgar la labor investigadora.

Un aperitivo con raíces

Y de Monfragüe... a La Vera. Allí, Susana Daudén, Ana Martínez y Laura Arroyo están preparando el primer vermut de la comarca a partir de hierbas aromáticas y vino de Talaveruela de la Vera, pueblo conocido por sus afamados pitarras. El proyecto se denomina Arraclán Vermut y ha obtenido el segundo premio PIE 2020. Las promotoras se plantean además el cultivo y la comercialización de estas hierbas ecológicas tan especiales que nacen al abrigo de las estribaciones de Gredos, y la programación de actividades dinamizadoras como visitas a las plantaciones y catas en distintos establecimientos.

Sería el primer vermut de La Vera, que llegaría amparado bajo el nombre de una comarca sinónimo de calidad. «Nuestra previsión es sacarlo al mercado el próximo otoño porque en primavera queremos iniciar el primer cultivo», explica Susana Daudén. Mientras, avanzan los preparativos con los enólogos para definir la receta, y con el clúster alimentario de Extremadura. También están seleccionando el mejor espacio para el obrador.

Un ‘ok’ para Gata

Respecto a los accésit, el primero se ha otorgado al Proyecto Inmersiones Lingüísticas, elaborado por Belén Navarrete en Villasbuenas de Gata. Esta profesora de inglés, formada en Méjico, con experiencia en turismo de Noruega, Alemania y Reino Unido, hará posible que Sierra de Gata sea un lugar idóneo de inmersión lingüística para los extranjeros interesados en aprender español, mediante un servicio integral que incluye viaje, alojamiento y conocimiento de la zona.

Setas con fundamento

El segundo accésit se lo ha llevado el Proyecto Micenas, de Ramón García-Ontiveros, en Madroñera. Consiste en el cultivo de setas Shiitake y Cardo, especialmente demandadas en el mercado, a partir de sustrato reutilizado de la industria, en concreto bagazo de cerveza artesanal. Se trata de un subproducto vegetal que permite potenciar la economía circular, y que nace con la ventaja de que el promotor ya cuenta con la experiencia de tener su propia fábrica de cerveza.