Las orquídeas forman la familia biológica más amplia y diversa de la Tierra, con unas 40.000 especies conocidas. Llevaban poco tiempo en el planeta cuando los dinosaurios comenzaron a extinguirse hace 65 millones de años. Varios siglos y milenios después se han convertido en plantas muy cosmopolitas, repartidas por el mundo. Las más conocidas por su tamaño y belleza se localizan en climas tropicales. En Europa son especies pequeñas, como máximo de 25 centímetros, pero curiosas y coquetas. La Asociación Cultural Amigos del Parque del Príncipe ha creado en Cáceres un jardín muy singular de orquídeas silvestres donde ya conviven ocho especies y del que no se conocen precedentes. Toda una delicia...

Este género despierta gran interés entre los expertos y aficionados a la botánica por las curiosidades que entraña. Un grupo de profesionales de la Brigada Municipal de Parques y Jardines, que a su vez integran la directiva de la Asociación Amigos del Parque del Príncipe, son quienes hace dos años comenzaron a formar este pequeño edén. Partieron de las tres especies que nacen de forma natural en el propio parque: Serapias Lingua, Orchis Champagneux y Orchis Tenthredinifera. Posteriormente han ido incorporando hasta cinco más de distintos puntos de Extremadura: Orchis Vernixia, Orchis Scolopax, Orchis Italica, Orchis Lutea y Orchis Collina.

Antonio García Rico está especialmente implicado en la iniciativa. Jardinero de profesión y vocación, ha plantado y sacado adelante las nuevas especies aplicando sus prácticas expertas en la materia. Las ocho variedades pueden contemplarse en una rocalla o jardín rocoso situado muy cerca del invernadero y del auditorio del Parque del Príncipe, y se están reproduciendo favorablemente. "Al ser especies silvestres no necesitan condiciones especiales de conservación, salvo un terreno calizo, su hábitat natural", explica Antonio García Rico.

El ciclo y los "testículos"

Se trata de plantas vivaces, es decir, no mueren. Comienzan a echar hojas en febrero, florecen hacia mayo y aguantan unos quince días. Sus tubérculos subterráneos permanecen hasta el próximo año y reinician el ciclo. Curiosamente, el nombre de 'orquídea' procede del griego orchis , que significa testículos, por el parecido de sus dos tubérculos.

Pero esta gran familia tiene otras particularidades que la hacen realmente atractiva. El pétalo central se llama labelo (labellum, labio ) y curiosamente muchos de ellos tienen una forma perfecta de abeja, de abejorro..., es decir, del insecto que pretenden atraer simulando la silueta de su hembra. El macho llega, intenta copular con la flor y en este acto se va llevando el polen, lo disemina y extiende la polinización. La orquídea garantiza con esta artimaña su propia perpetuidad como especie. Algunas llegan a imitar hasta los ojos de la hembra y segregan sustancias olorosas que sirven de atracción al macho.

La Asociación Amigos del Parque del Príncipe está preparando un catálogo con las ocho variedades que de momento pueblan la rocalla y lo subirá a su web (http://www.parquedelprincipe.com ), donde ya pueden conocerse las numerosas especies animales y vegetales que viven en este gran parque cacereño. "Quizás existan otros jardines de orquídeas silvestres, pero no tenemos ningún conocimiento. Lo hacemos porque la planta resulta fascinante y en cambio no todo el mundo sabe que son orquídeas, las ven y no las reconocen", explica Lorenzo Garrote, presidente del colectivo y a su vez capataz de la brigada de parques.

De hecho, existe un buen número de especies en los campos próximos, normalmente en sitios calizos como la carretera de Miajadas, la zona de las minas, el cerro de Santa Ana o la Sierra de la Mosca. La asociación anima a contemplarlas y disfrutarlas, pero con respeto, sin sacarlas de su entorno.