La costa sorrentina es un balcón que se precipita al mar a los pies del Vesubio y Cáceres se asoma desde ayer a este balcón gastronómico, turístico y cultural gracias a la consolidación de su hermanamiento con Piano de Sorrento, una de las localidades que salpican la costa sorrentina, en el golfo de Nápoles. El concejal de Turismo de Cáceres, Francisco Torres, ratificó ayer en el salón de plenos de Piano de Sorrento la relación que desde julio de este año vincula a Cáceres con la primera población transalpina con la que se hermana.

El acto se inició al mediodía con la interpretación de Il solemio y Tornar a Sorrento. "Se encuentran en el país del sol y del mar", empezó su intervención Giovanni Ruggiero, alcalde de Piano. Torres devolvía ayer la visita que una delegación de la población sorrentina había hecho a Cáceres hace seis meses. Entonces se firmó el documento de hermanamiento, un pacto de amistad que "oficializamos y al que damos continuidad", agregó Giovanni Ruggiero, quien confió en que este acuerdo no quede solo en un protocolo firmado.

Cáceres mantiene relaciones con la ciudad francesa de La Roche Sur Yon, en las que predominan el intercambio de estudiantes. Está unida con las lusas Castelo Branco y Portalegre, una vinculación de proximidad con la que se buscan fondos europeos de programas transfronterizos. Y estrechará sus contactos con Norma, otra ciudad italiana que comparte con Cáceres un pasado histórico común. Pero, ¿qué relaciona a Cáceres con Piano de Sorrento? La respuesta a esa pregunta es la gastronomía.

Torres destacó que las poblaciones de la costa sorrentina pueden "enseñar" a Cáceres el camino a seguir para la "promoción de la gastronomía", convirtiéndola en un reclamo turístico.

De hecho, el acto de ayer vino precedido el pasado viernes por la celebración de unas jornadas gastronómicas y por la entrega de los premios Villa Massa, empresa productora del licor de limón (limoncello) que ha participado activamente en el hermanamiento. Su consejero delegado, Stefano Massa, que también es el presidente honorífico de Pro Loco (Por la Ciudad), patronato de turismo con participación pública y privada, ha sido el anfitrión del concejal cacereño.

VILLA MASSA El concejal también puso a esta compañía, que con una treintena de trabajadores en fábrica está presente en 45 países, como ejemplo de una empresa que se implica "en la promoción turística de su ciudad, al mismo tiempo que de sus productos", modelo que, según indicó el edil, se pretende trasladar a Cáceres con la creación de una empresa mixta de turismo que cuente con participación del consistorio y del empresariado.

Sorrento es la cabecera de las poblaciones de la península sorrentina, aunque le separa diez kilómetros de Piano, hay una continuidad de edificaciones que hace que prácticamente formen una sola localidad, en la que Sorrento, San Agnello, Piano de Sorrento y Meta se suceden.

Piano cuenta con una población de 13.000 habitantes. Aunque el hermanamiento se centre en esta población, la relación de Cáceres está abierta al resto de ciudades de la península, que cuenta con cerca de 80.000 habitantes. Además del limón y el famoso licor, los productos del mar, los lácteos y los embutidos son algunos de los principales productos de la zona, además del turismo. Es un área agrícola y turística, dos de los motivos por los que los dirigentes de Piano decidieron hace menos de un año iniciar relaciones con Cáceres.

INVITACION Durante su intervención ayer en Piano, Francisco Torres invitó a profesionales de la gastronomía de Sorrento a que estén en la próxima feria del sector que se celebra en Cáceres, que tendrá lugar a finales de febrero. El concejal cacereño pretende que esta celebración deje de ser "solo una feria de la tapa".

El posible modelo para trasladar a Cáceres es la jornada celebrada el viernes en Sorrento, encuentro que con el atractivo de los premios concedidos llevó a la población italiana a los principales medios informativos transalpinos y a la prensa especializada en gastronomía. Tres de los cuatro premiados sumaban siete estrellas Michelín: el noruego Eyvind Hellstrom, el italiano Davide Scabin y el bávaro, con residencia en Roma, Heinz Beck.

Otra de las ideas que el concejal de Turismo se trae de su visita a la península del sur de Italia es el intercambio de alumnos de las escuelas de hostelería de la costa sorrentina y la de Cáceres, incluso destacó que ya ha recibido propuestas para concretar intercambios de alumnos, tanto en el sector de la restauración como en el aprendizaje de idiomas.

La educación y la formación fue otra de las ventajas del hermanamiento que destacó Giovanni Ruggiero, además del turismo y de la relación económica, con la producción agrícola y gastronómica de todo Sorrento.

Stefano Massa, que participó en el acto de hermanamiento, destacó que la empresa privada puede "ayudar a su territorio promocionándolo y haciendo que el interés público y privado" confluyan. "Invertir en el reconocimiento de tu tierra significa invertir en el reconocimiento de tu producto", añadió el consejero delegado de Villa Massa, que también es vicepresidente del consorcio Denominación de Origen Limón de Sorrento.