El 2010 fue, desde el punto de vista delictivo, un año bastante tranquilo en Cáceres. De hecho, en cuanto a índice de delincuencia, el 2010 fue en la ciudad el mejor año de los últimos diez.

Así lo ha reconocido a este diario el comisario-jefe provincial, Luis Ochagavía, que concreta, en cuanto a cifras, que Cáceres registró en todo el año pasado poco más de 2.300 delitos, "una cifra, en cuanto a índice delincuencial, realmente baja para una ciudad de casi 100.000 habitantes". Pese a ello, hace constar, no hay que bajar la guardia, "nunca hay que bajarla y no lo estamos haciendo". No obstante, el comisario-jefe reconoce también que aunque la delincuencia en esta ciudad, desde el punto de vista cuantitativo, no es muy elevada, sí es destacada en el aspecto cualitativo, ya que el mayor porcentaje de los delitos que se cometen aquí son los de mayor cuantía.

En su balance del último año, además del menor número de hechos delictivos registrado, el comisario destaca también que el descenso se dio en prácticamente todas las modalidades delictivas, aunque también hace constar que "han surgido algunas nuevas que antes no teníamos, y sobre las que estamos incidiendo un poco más". Se trata fundamentalmente, hace constar, de las estafas a través de internet y con la clonación de tarjetas de crédito para hacer compras, casi siempre en el extranjero.

Y también las defraudaciones a las compañías de telefonía móvil. "Este es otro problema que estamos teniendo ahora, consistente en la utilización de identidades de personas reales para darse de alta y luego no pagar; gente que se da de alta utilizando la identidad de otra persona y luego no paga, algo que está en cierto modo motivado por la falta de seguridad que tienen las propias compañías de telefonía a la hora de admitir nuevas altas, que pueden hacerse incluso por teléfono, con lo cual das un nombre, un número de identidad, una dirección y un número de cuenta, aunque no exista, y te dan el teléfono que quieras, el alta...".

LOS DE FUERA Pero aunque según las estadísticas la delincuencia en esta ciudad, desde el punto de vista cuantitativo, no es muy elevada, porque no hay muchos delitos, los datos ponen también de manifiesto que cualitativamente sí es importante, pues el mayor porcentaje de los delitos cometidos aquí son los de mayor cuantía y, además, todo ellos cometidos por grupos itinerantes.

Lo indica así el comisario-jefe de Cáceres, que reconoce que en los últimos tiempos la ciudad esta teniendo "un problema importante" con la denominada delincuencia itinerante. "Los delitos de cierta importancia que se registran en la ciudad, como el caso de los robos que hemos tenido en el polígono de Las Capellanías, son cometidos fundamentalmente por grupos organizados e itinerantes, e integrados en su mayoría por extranjeros, y de tratarse de españoles, nunca residentes en la ciudad".

La prevención en estos casos "está siendo complicada", pero no así la posterior identificación, localización y detención de los autores, "ya que por análisis de ADN, por trazas instrumentales... estamos identificando a bastante gente a la que luego, regularmente, se va deteniendo en otros lugares de España, generalmente cerca de Madrid, que es donde radica la mayor parte de estos grupos organizados, sobre todo en la zona del corredor de Leganés, que es una zona muy proclive para grupos de países del Este, y en la parte sur de la capital".

Por lo demás, el comisario-jefe insiste en que Cáceres es, en general, una ciudad tranquila, donde en los últimos años ha ido descendiendo el número de delitos, hasta el punto de que en el 2010 el índice delincuencial fue el más bajo de la última década.

Además, en lo que va del presente año, señala, las cifras se mantienen. "A pesar de que se presuponía que podía haber un ligero incremento, no solo no se ha producido sino que incluso estamos descendiendo ligeramente en relación con el año pasado, y la verdad es que no hemos tenido delitos de especial importancia, excepto los dos o tres registrados en naves del polígono de Las Capellanías".

Y ante esta situación, Luis Ochagavía concluye insistiendo en que no hay que bajar la guardia, "algo que la policía nunca hace", pero que, advierte, "tampoco han de hacer los ciudados", a los que aconseja "sean algo más precavidos con todas sus cosas".