Periodista

El último censo de población realizado por el Instituto Nacional de Estadística confirma a Cáceres como la ciudad extremeña que más crece en número de habitantes, muy por delante de otros municipios como Badajoz, Mérida o Plasencia. De los poco menos de 80.000 residentes que se contemplaban a finales de los ochenta se ha pasado a los casi 90.000 en el 2003, lo que indica una importante progresión que no siempre va acompañada por la dotación de servicios o la implantación de establecimientos comerciales que cubran la demanda.

Mientras no cesa la creación de nuevos polígonos de viviendas, las áreas comerciales llegan con cuentagotas a una ciudad en la que se hace cola hasta para comprar el pan de cada día.

La ciudad crece, pero cada día parece hacerse más pequeña. Practicar ´shopping´, ir de tiendas en Cáceres, es acudir siempre al mismo sitio, a la misma hora y encontrar el mismo género con el mismo precio, por mucho que se cambie de establecimiento.

Los casi 90.000 cacereños necesitan los servicios y las atenciones de una ciudad con ese cupo de habitantes. Más centros comerciales y de ocio, alternativas reales para un tráfico más fluido, una oferta cultural acorde a las aspiraciones de capitalidad europea, la ampliación del transporte público o mejores dotaciones deportivas... En definitiva, que el incremento de población sea un beneficio para los ciudadanos y no un inconveniente. Sería un deseo más para este 2004; año que, si persisten las estadísticas, cerrará con más cacereños en el padrón de habitantes.