Un pulso en firme contra las barreras, ya sean visibles o invisibles. Ese es el propósito del frente común que se ha creado en Cáceres y que aglutina tanto al ayuntamiento como a las distintas asociaciones de personas con discapacidad, y en el que se han implicado ingenieros de diversas especialidades, técnicos de varias disciplinas, agentes sociales y distintas áreas municipales, desde Urbanismo hasta Turismo o Parques y Jardines. El proyecto tiene tres pilares fundamentales: la primera ordenanza de accesibilidad de Cáceres, que ahora entra en su última etapa de elaboración tras dos años de trabajo; la Oficina de la Accesibilidad, que se abrirá en cuanto se apruebe dicha normativa; y un eMail municipal en el que todos los ciudadanos pueden dejar ya sus quejas y sugerencias.

Hay trabajo por delante. Según calculan los colectivos de discapacitados, un 80% de los bordillos rebajados en Cáceres son aún excesivamente altos, y en las calles no faltan los obstáculos, por ejemplo baldosas sueltas que se convierten en auténticos baches para los minusválidos, acerados sin reducción en los pasos peatonales o escalones sin alternativas. De hecho, y a través de la dirección electrónica accesibilidad-aytohotmail.es , el ayuntamiento ha recibido desde julio medio centenar de propuestas y avisos, atendidos por la concejala Marisa Caldera, quien dirige el nuevo área de Accesibilidad.

PARA TODOS "Queremos hacer de Cáceres una ciudad más cómoda para quienes sufren alguna discapacidad, pero en general para todos. Por tanto resulta bastante satisfactorio que los ciudadanos se impliquen, que nos dejen sus mensajes", explica la edil. Nada más recibirse, las quejas o recomendaciones se estudian y derivan a las áreas municipales que pueden darles respuesta. "Trabajamos en equipo y ya se están solventando", indica.

Hasta el portal llegan mensajes de todo tipo: agradecimientos por la puesta en marcha del servicio, descripciones de zonas en mal estado, quejas por deficiencias, peticiones, iniciativas... "A veces son personas que van paseando y nos informan de algo que ven en ese momento, o nos invitan a transitar por una calle para tomar nota de los obstáculos", matiza la edil. Pero el eMail, al que se dirigen ciudadanos con o sin discapacidad de distintas edades, también recibe avisos no relacionados con la accesibilidad que se atienden de igual modo. "Aprovechan, por ejemplo, para denunciar el exceso de velocidad en una calle o la presencia de excrementos caninos en otra", detalla Caldera.

No obstante, el principal ariete de este frente contra las barreras será la primera ordenanza cacereña de accesibilidad. Tras largos meses de trabajo, entra en su recta final coordinada desde el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS), pero con la participación de los colectivos de discapacitados y los colegios profesionales de arquitectos, aparejadores e ingenierías de caminos, obras públicas, industriales, informática y telecomunicaciones. También ha participado la Policía Local, los grupos políticos, las secciones municipales de Urbanismo, Turismo, Actividades o Patrimonio, y las trabajadoras, educadoras y auxiliares sociales, además del Comité de Entidades de Representantes de Minusválidos de Extremadura.

En definitiva, y después de debatirse en 18 reuniones del grupo de trabajo del Consejo Sectorial de Accesibilidad, estos días finaliza el plazo para que todos aporten sus ideas y la ordenanza pueda cerrarse. Entrará en vigor tras su aprobación por el pleno. "Pero será una norma viva, abierta a la inclusión de mejoras", subraya Marisa Caldera.

El principal objetivo consiste en la eliminación de las barreras visibles e invisibles (aquéllas que afectan por ejemplo a las personas sordas o enfermas mentales). "La ordenanza tiende a la accesibilidad universal, que todo lo que se construya sea apto para discapacitados, embarazadas o mayores", precisa la edil. Y aunque cualquier obra ya está hoy sometida a la normativa estatal y regional que regula este ámbito, la existencia de una ordenanza local anima a los discapacitados, que llevan años abogando por una ciudad más transitable.

Una vez aprobado el texto también se abrirá la Oficina de la Accesibilidad, dentro del IMAS, atendida por personal técnico. Desarrollará las funciones de información, gestión, asesoramiento y coordinación administrativa. "Todos los ciudadanos podrán informarse antes de hacer una obra, o bien plantear una demanda o una sugerencia", detalla la edil. Además, tramitará junto con la policía los estacionamientos reservados a personas con movilidad reducida.