TLtos pasados días 25 y 26 de junio encabecé una amplia delegación de personas del mundo de la política, del conocimiento y de la cultura local y regional que nos desplazamos a Bruselas. El viaje, de carácter institucional, tenía como finalidad principal presentar ante el Parlamento Europeo nuestras credenciales y valores como aspirante a Ciudad Europea de la Cultura para el año 2016.

Con ello hemos cumplido con uno de los criterios de planificación y evaluación de elementos de los programas de las ciudades designadas, como es la divulgación entre los ciudadanos de la Unión Europea de los méritos de las personalidades y acontecimientos que hayan marcado la historia y la cultura de la ciudad. Ejes básicos en nuestra candidatura

En esta visita hemos sido recibidos tanto por el europarlamentario extremeño Alejandro Cercas, que fue nuestro anfitrión ante la alta institución europea, como por la propia presidenta de la Comisión de Cultura del Parlamento Europeo, Katerina Batzeli.

De todos ellos hemos recibido su apoyo y beneplácito en nuestra aspiración para el 2016. Hemos sido la primera ciudad española, de las candidatas a la capitalidad europea, que se ha presentado ante esta institución europea y hemos sido los primeros en trazar una línea de unión cultural y solidaria entre Europa y América, continentes que se articulan por el conocimiento y la historia a través de Cáceres.

El pasado y el futuro en consonancia con un proyecto común que, desde el respeto a la pluralidad, nos sirva a todos para avanzar tanto en el ámbito cultural y sociológico así como también en el económico. La contribución al desarrollo de las actividades económica, sobre todo en lo referente al turismo y a la creación de empleo, es uno de los principales criterios a evaluar para la designación de la capitalidad.

XEJE VERTEBRADORx Nuestra proposición de servir de eje vertebrador en las relaciones culturales entre ciudades y continentes ha sido recibida con expectación y también con satisfacción por las autoridades europeas. Pero, ante todo, esta labor de ciudad para la cultura y el conocimiento necesita de nuestro propio soporte.

Ello debe ir acompañado por una acción política que unifique estrategias y que nos haga a todos, sin condición alguna, sentirnos parte de este ambicioso proyecto, un proyecto que ha de llevar el nombre de nuestra ciudad a los foros donde hasta la fecha no habíamos podido llegar, que nuestra ciudad pueda ser Capital Europea de la Cultura es situarla en primer plano de las ciudades más importantes de Europa en esta materia.

Debemos manifestarnos frente a Europa como una ciudad que está unida, que camina teniendo tras de sí el apoyo de instituciones y colectivos que deben ser los principales valedores de nuestro proyecto capitalino. La Europa del consenso y del dialogo no es ajena a la carencia de unidad frente a los proyectos que las ciudades defienden.

Necesitamos aunar esfuerzos, mostrarnos ante Europa como una ciudad unida que defiende un proyecto de dimensión internacional al margen de localismos añejos, de personalismos provincianos o de pruritos ideológicos que nunca nos llevaron a parte alguna. Frente a ello solo caben el compromiso veraz y la responsabilidad efectiva de todos los que intervenimos en este reto de futuro. Esa debe ser una parte importante de nuestro desafío en los próximos años, trabajar en una misma dirección. Ello nos ha de conducir a un éxito seguro.

Desde el momento en que se crea el Consorcio Cáceres 2016, se abre un abanico de posibilidades para la participación en este proyecto por parte de todos los sectores sociales, económicos y culturales de Extremadura. Por tanto, nos encontramos en un momento que es clave para nuestra candidatura.

Es el momento de salir fuera, de difundir nuestra riqueza cultural, de realizar manifestaciones y creaciones artísticas que nos identifiquen como ciudad para la cultura y el conocimiento, de mejorar en la promoción y gestión de las actividades culturales que se realicen y en definitiva de divulgar entre los ciudadanos de la Unión Europea los méritos de las personalidades y hechos que han marcado los rasgos heredados de un pasado que hemos sabido convertir en patrimonio cultural de la ciudad del presente.

Tampoco debemos ser ajenos a nuestra presencia Iberoamericana, una presencia de nombres y lugares que tienen en Cáceres cuna y referente histórico. Ese debe ser nuestro reto y contra ese reto no caben necedades localistas. Cáceres debe ser conocida como un lugar del mundo, multicultural y de largo recorrido histórico desde la prehistoria hasta el tiempo presente. Lo contrario supondría nuestro suicidio como ciudad que aspira a convertirse en referente cultural de todo un continente con la responsabilidad que ello conlleva.

Como dije en mi discurso ante las autoridades de la Unión: en el futuro queremos seguir aunando talento; tenemos la capacidad y la motivación para ello. Nuestra ciudad, en constante cambio y evolución, necesita por otra parte esa meta hacia la que encaminar sus pasos, como también necesita Europa de una ventana abierta a un continente de 900 millones de personas deseosas de participar en el proceso cultural europeo.

En esa encrucijada se encuentra ahora Cáceres; vinculada a Europa e Iberoamérica por tradición histórica, artística, lingüística, etnográfica y antropológica. Desde nuestra ciudad podemos ser puente y parada de las relaciones libres y solidarias entre ambos continentes.

Nos encontramos, pues, ante un desafío histórico para todos los extremeños y como tal debemos de sentirlo. En ello nos va nuestro futuro y nuestro prestigio; como ciudad de la cultura, del saber, de la tolerancia, de las relaciones sociales y humanas en un marco de belleza insuperable. Una belleza anclada en el pasado por profundas raíces, las de nuestro recorrido por los caminos de la historia. Si caminamos juntos venceremos en la seguridad que ello nos debe conducir a lo más alto del firmamento cultural europeo, la capitalidad cultural europea durante el año 2016.