Pocos destinos del sur de Europa, con el tamaño y las características de la provincia de Cáceres, cuentan con tantos recursos, zonas reconocidas y áreas protegidas desde el punto de vista medioambiental: el Parque Nacional de Monfragüe (la más extensa y mejor conservada mancha de monte mediterráneo a nivel mundial), las Reservas de la Biosfera del Tajo Internacional y Monfragüe, el Geoparque Villuercas Ibores Jara (montañas de 600 millones de años), la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, los Monumentos Naturales de Los Barruecos y la Cueva del Castañar, unas cuarenta Zonas de Especial Protección para las Aves, árboles singulares, corredores ecológicos...

Y no solo eso. En Cáceres, cualquier comarca, desde Las Villuercas hasta Gata, ofrece toda una colección de valles, montañas, bosques, nieve, agua, gargantas, piscinas naturales o dehesas que albergan una gran variedad de flora y fauna... Un paisaje que se completa con el ‘paisanaje’, con esos pueblos de gente auténtica que cocina a fuego lento sus tradiciones, sus festejos y su folclore, que el viajero aprecia tanto cuando lo descubre.

Es verdad que el progreso pasó muchas veces de largo por la provincia de Cáceres, pero, a menos perder, esa circunstancia ayudó a macerar esos paisajes y esos pueblos que ahora, en la época de la sostenibilidad, sorprenden al turista que busca lo genuino, las experiencias ‘slow’, sin prisas, pegadas al territorio. Añadan una buena gastronomía, una buena red de hospedaje y buenos precios. ¿Puede ser Cáceres el mejor destino sostenible del sur de Europa en el año 2030? La Diputación Provincial de Cáceres está convencida. De hecho ha lanzado un órdago: han presentado su Plan de Márketing Turístico a diez años. Se denomina ‘Estrategia 2030: la sostenibilidad como identidad de marca de la provincia de Cáceres’, y abarca objetivos conectados.

FRENO A LA DESPOBLACIÓN / A falta de industrias, este plan pretende fomentar la actividad y los ingresos por turismo, y frenar la caída de población que ya afecta a tres de cada cuatro municipios cacereños, nada menos... Dos retos, turismo sostenible y reto demográfico, que se enmarcan además en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es decir, la auténtica biblia del planeta para esta nueva década.

«Hemos mantenido perfectamente la convivencia entre el hombre y la naturaleza durante siglos, en cualquier punto de nuestra provincia, y ahora que los vientos empiezan a soplar a favor de la sostenibilidad, creemos que es un pilar fundamental para basar nuestro desarrollo», explica el diputado de Reto Demográfico, Desarrollo Sostenible, Juventud y Turismo, Álvaro Sánchez Cotrina.

Puede que hacer de Cáceres el primer destino sostenible del sur de Europa parezca un objetivo complejo, «pero muy pocas provincias de España y Europa concentran tres territorios Unesco, dos reservas de la biosfera, un parque natural internacional, un geoparque, un parque cultural y otras tantas singularidades. Lo tenemos todo para conseguirlo», detalla el diputado. Es más: «Debemos ser ambiciosos en este sentido, y hay recursos suficientes para intentar que esta provincia completa se declare reserva de la biosfera, reunimos las condiciones», destaca el diputado.

Hasta ahora las distintas instituciones han venido trabajando en su ámbito de competencias, pero a la provincia le faltaba un plan claro a medio y largo plazo que marcara el camino y los objetivos. Este plan de marketing a diez años quiere ser una hoja de ruta que explique por qué conviene invertir en la provincia, cómo generar empleo y cómo genera riqueza a través de los recursos que la geografía cacereña ha conservado por los siglos de los siglos. Y de paso, pero no menos importante, «hacer del turismo un dique de contención contra la despoblación».

¿PERO CÁCERES INTERESA? / Efectivamente, sería descabellado tratar de situar a la provincia como destino sostenible preferente si no hay feeling turístico. Pero lo hay. Para la elaboración del plan de acción a diez años, la Diputación ha realizado encuestas a la población local, a turistas potenciales y visitantes, y a operadores del sector. Pues bien, el resultado evidencia el alto nivel de satisfacción del viajero, que descubre un territorio sostenible, sorprendentemente rico en recursos naturales y culturales, y lleno de los atractivos que hoy buscan los visitantes que quieren vivir experiencias en la raíz de los territorios. De hecho, puntúan a la provincia de Cáceres con un 2,5 sobre 3, y valoran sobre todo la tranquilidad y la desconexión, la naturaleza y los paisajes.

En estas encuestas, los viajeros destacan el modo en que Cáceres ha preservado su biodiversidad, sus ecosistemas... Pero también el patrimonio histórico con exponentes en la capital cacereña, Trujillo, Guadalupe...

LA GENTE, UN GRAN VALOR / A todo ello se une un tercer valor muy apreciado por los turistas, que se ha perdido en otras tierras: «La implicación de la población local, de nuestra gente, de nuestro acervo cultural y de nuestra forma de ser tan acogedora. Por eso, el nuevo plan contempla la conservación y promoción de este otro patrimonio intangible que tanto gusta al viajero, esa riqueza cultural de cada pueblo y comarca, la memoria viva que hace a Cáceres singular y diferente respecto a otras provincias, que engancha al visitante», detalla Álvaro Sánchez Cotrina.

Resumen: naturaleza, patrimonio, experiencias, bienestar, cultura, acogimiento... ¿Y todo ello se conoce lo suficiente como para atraer turistas y hacer del sector el motor de la provincia? La estrategia presentada por la Diputación evidencia que no, y ahí está la principal asignatura pendiente. «El plan de marketing nos dice que hay que mejorar la divulgación. Cáceres gusta cuando se conoce, pero hay que conocerla previamente. Si no logramos comunicar bien que este destino es una gozada, lógicamente será más difícil que las personas vengan. Nuestro problema no está en los recursos, tenemos todos, sino en la comunicación de esos recursos», dice Sánchez Cotrina.

De ahí que la estrategia a diez años se centre en este aspecto, por ejemplo con la presencia creciente en ferias internacionales. «Ya hemos abierto el mercado asiático con la asistencia en 2019 a certámenes de Corea, Singapur y Japón, que repetiremos este año, pero además realizaremos una primera incursión en el mercado americano, concretamente en el Salón Internacional de Canadá», avanza el diputado.

Pero esta hoja de ruta a diez años necesita otro pilar básico: una marca turística, porque la provincia carece de ella. «Cualquiera que piense en Teruel o Asturias sabe que la tienen. Nosotros nos hemos perdido en ‘Turismo de la Provincia de Cáceres’, que no identifica ningún recurso. Vamos a crear una marca y un relato que contar en todas las acciones de márketing, con la sostenibilidad como clave, que nos una a toda la provincia trabajando en cada comarca, de abajo arriba, de lo público a lo privado y viceversa», afirma.

La tarea ya ha comenzado. La Diputación Provincial de Cáceres está trabajando con el sector en todos los territorios mediante talleres, análisis de destinos, chequeo de tendencias de mercado... Los tiempos del desarrollo industrial parecen dar un respiro a los tiempos de la sostenibilidad. En diez años sabremos si por fin ha llegado la gran oportunidad de esta provincia... y si efectivamente sabe aprovecharla.