El más conocido a nivel internacional. El primer restaurante de la región en conseguir dos estrellas Michelin, y el único. Atrio abrió su nuevo local en 2010, coincidiendo con la crisis, según relata José Polo, uno de sus gerentes, que continúa diciendo que fueron años complicados. En 2015 notaron más su progreso y desde entonces se ha quedado ahí. En un primer momento pensaron que en 2016 bajaría pero a día de hoy continúan con el mismo porcentaje de comensales, por ello asegura que «todo influye» pero no asocia el crecimiento del restaurante y el incremento de la clientela con la distinción de capitalidad gastronómica de Cáceres tres años después. También señala que debía haberse aprovechado este título, ya que apunta que «Cáceres está muerto» y que sería apropiado que se hiciera un proyecto de futuro para la ciudad puesto que «está en coma» y «no hay nada». A las instituciones «de todos los colores· les interesa que aumente el turismo, «pero no de calidad» argumenta. Concluye que a día de hoy, este galardón no ha dejado huella en la ciudad.