La crisis deja notar sus efectos en la economía de la provincia cacereña con la reducción de un millar de negocios --empresas y autónomos-- en un año, un dato que sin embargo no se traduce de momento en una pérdida notable de la recaudación ni de la afiliación a la Seguridad Social. La propia composición del tejido productivo cacereño, con 30.753 autónomos (21% del total de afiliados) y un 80% de las empresas con menos de cinco trabajadores (el 40% sólo tiene uno) provoca esta situación. Es decir, por un lado se trata de pequeños negocios más vulnerables ante una crisis, pero por otro no suponen una drástica pérdida "y se reponen con mayor facilidad cuando se superan las adversidades", explica la directora provincial de la Tesorería de la Seguridad Social, Ana Belén Martín.

Una estructura muy atomizada que difícilmente reportará grandes beneficios a la provincia, pero tampoco cierres dramáticos ni debacles repentinas. De hecho, sólo 11 empresas tienen más de 500 trabajadores (0,08%), 82 entre 101 y 500 empleados (0,6%) y 123 superan los 51 (1%). La crisis suele castigar más a los pequeños del entramado económico. Los datos así lo revelan. Ochocientos autónomos se dieron de baja en la Seguridad Social durante el pasado año (2,5% del total) y las empresas del régimen general descendieron de 13.046 a 12.598 (-448). Ambos suman alrededor de un millar de negocios cerrados, teniendo en cuenta que algunos figuran en ambos regímenes.

La coyuntura económica también ha frenado el fuerte aumento de la recaudación de la Seguridad Social en la provincia (se elevó un 14% de 2005 a 2009). El año pasado se redujo un 8,2% respecto al 2008, pasando de 665 millones a 610. En realidad se trata de una cifra superior a lo recaudado en el 2006 y muy parecida a la del 2007, pero hay que tener en cuenta que el 2008 fue un excepcional. "No obstante, las previsiones para el 2010 superan esa cifra, llegando a 683 millones", indica la directora.

En este sentido, el organismo mantiene sus facilidades para que autónomos, agricultores y empresas abonen sus cuotas. "El 98% de las solicitudes de aplazamiento se conceden, y además Cáceres no es una provincia con morosidad alta", explica Ana Belén Martín. De momento la fórmula funciona, porque cada año se superan los 8,5 o 9 millones de recaudación de la deuda que la Seguridad Social se marca como objetivo. Concretamente, en el 2009 se recuperaron 10,4 millones, la cifra más alta de los últimos años (en 2005, por ejemplo, fueron 7 millones).

LAS AFILIACIONES La crisis también reduce las afiliaciones, aunque no supone un descalabro para el organismo. El año 2009 se cerró con 144.881 afiliados, es decir, 39 menos que el 2008, situando a la provincia cacereña en niveles similares a los del 2005. La diferencia es mayor si se compara con el 2007, un año récord en afiliaciones, cuando todavía la construcción mantenía su actividad frenética, y en el que se alcanzaron las 151.973.

Lógicamente, la mayoría de los afiliados pertenecen al régimen general (90.154), seguido de autónomos (30.753), agrario (22.854) y hogar (1.120). Suben el general y el agrario, y descienden los dos restantes. Cabe destacar que las afiliaciones de extranjeros siguen al alza, pasando de 5.744 en 2008 a 6.368 en 2009.

Por sectores, la provincia cacereña continúa siendo eminentemente de servicios (60%), y a bastante distancia se sitúan agricultura y ganadería (20%), construcción (11%) e industria (9%).

La caída en la afiliación es bastante más sostenida en el colectivo femenino, aunque todavía se sitúa muy por debajo del masculino. En concreto, hay 62.063 mujeres que cotizan en la provincia frente a 82.818 hombres.