El gobierno municipal de Cáceres solicitó el pasado abril a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, poder gastar la totalidad del superávit presupuestario del ejercicio 2019, "ya que las circunstancias actuales obligan a ampliar nuestra capacidad inversora sin desatender los pagos a los proveedores y la amortización de deuda, y con nuestra situación económica podemos asumirlo para apoyar la economía local que tanto lo necesita", según ha anunciado el gobierno local esta mañana en una nota de prensa.

El ayuntamiento cerró 2019 con una capacidad de financiación o superávit de 4,8 millones, aunque su remanente de tesorería para gastos generales fue mayor, de 6,2 millones. Hasta ahora ya se ha utilizado un tercio de ese remanente, son dos millones con los que se financia el plan de ayudas a pymes y autónomos y el incremento del presupuesto del Instituto Municipal de Asuntos Sociales, una decisión que se refrendará en el pleno que la corporación local celebra el jueves.

La legislación de haciendas locales y de estabilidad presupuestaria acota el destino del superávit y del remanente de tesorería para gastos generales, que se tiene que gastas en reducir deuda, atender las obligaciones de pago que no estaban incluidas en los presupuestos y en inversiones financieramente sostenibles, también se permite destinar un 20% a gastos sociales, un porcentaje que el ayuntamiento ya se ha gastado con el acuerdo que el jueves se lleva al pleno de la corporación.

El ayuntamiento quiere ahora disponer de todo el superávit (remanente de tesorería) y gastarlo en partidas que permitan ayudar "a fortalecer el tejido productivo y social de nuestros municipios, para hacer frente a la crisis del coronavirus”, según se añade en la nota.