El portavoz del gobierno, Rafael Mateos, aprovechó ayer el anuncio de que se sacará a concurso la revisión del plan especial para recordar que el consistorio mantiene su reclamación ante el Estado para que compense con 400.000 euros a la ciudad. Los motivos son dos: los costes extras que tiene para el ayuntamiento la conservación de la ciudad monumental y lo que se deja de percibir de IBI. Desde que en 1993 se formó el grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, una de las demandas más repetidas es que se compense a estas localidades vía presupuestos del Estado por el IBI de edificios históricos exentos del tributo. A esta reclamación se suma ahora la de la indemnización por el coste extraordinario de los servicios de limpieza y recogida de basura e iluminación.

Mateos detalló que hay cincuenta inmuebles dentro del recinto intramuros por los que no se paga IBI, lo que para el consistorio supone una pérdida de ingresos que se estima en 165.683 euros. Además el portavoz añadió que el coste de los servicios especiales para la limpieza viaria y la recogida de los residuos en el casco histórico suma 200.000 euros. La tercera partida es el alumbrado artístico, que tiene un coste de 25.000 euros, cantidad que no obstante va a ser inferior con la instalación de equipos de bajo consumo, según precisó el portavoz del gobierno.

El plan especial es la norma que regula qué actuaciones urbanísticas se pueden acometer en todo el recinto histórico y en el casco viejo. El plan en vigor es de 1990. En estos años han sido varios los anuncios de que se iba a revisar sin que se concretase ninguno. Ahora su coste se estima en 180.000 euros, se incorporará una primera partida en los presupuestos de 2017 y se redactará en más de una anualidad, apuntó Mateos.

En otros asuntos, el portavoz reiteró ayer que la terraza del arco de la Estrella es provisional y que el gobierno no tiene previsto peatonalizar la calle Pizarro.