El complejo minero de Aldea Moret trajo la industria, el ferrocarril y el progreso a Cáceres. Pero tras una continua actividad extractiva desde 1864 hasta 1960, la zona cayó en un profundo olvido, los edificios sufrieron un expolio impune y la barriada fue objeto de una masiva política de realojos que agravó los problemas urbanísticos, con zonas dispersas, descampados, falta de áreas verdes y un acceso constreñido por el tren. La ciudad dio la espalda al sur, mientras centraba su expansión en el oeste, el norte y el sureste. Sin embargo, varias inversiones millonarias comienzan a reparar el agravio. La inminente inauguración de la nueva avenida es la más simbólica porque abre al mismo tiempo la vía de la recuperación.

El nuevo trazado de medio kilómetro que estará operativo dentro de una semana también supone, al menos a priori, el camino hacia el futuro de Aldea Moret. Y ello por varias razones. Será la entrada al poblado minero, donde el ayuntamiento está realizando las mayores rehabilitaciones de las últimas décadas --Embarcadero y Garaje 2.0-- para recuperar, por fin, su arqueología industrial. Con ella pretende regenerar la zona en dos sentidos: el urbanístico y el social, atrayendo a la ciudadanía cacereña a Aldea Moret y su vez acercando el barrio a la ciudad. La declaración de la zona minera como Bien de Interés Cultural, que la Junta podría conceder en 2011, sería otro gran impulso.

El nuevo vial también supondrá el comienzo de la recuperación del sur en otros aspectos. Dotará a la ciudad de un acceso rápido y directo hacia la Ex-100 (Cáceres-Badajoz), y eliminará el último paso a nivel de la ciudad, ya que salva el ferrocarril con un tramo inferior que ha convertido la obra en una de las más complejas, con taludes de hasta 12 metros de altura y una inversión total de 2,8 millones de euros (financia la Junta y ejecuta el ayuntamiento sobre un proyecto redactado por Adif).

No sólo eso. Este nuevo trazado que enlaza la avenida de la Constitución con la Ex-100 recorre la médula espinal de Aldea Moret y da acceso a sus distintos barrios. Curiosamente, en la zona siempre han existido descampados, márgenes llenos de pastos y cierta anarquía urbanística. La nueva obra introduce aceras y ajardinamiento, aunque habrá que esperar a que concluyan los trabajos para conocer su alcance.

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