La capital cacereña será un referente en investigación sanitaria a partir del mes de marzo con la puesta en marcha del edificio de la Bioincubadora. Es el plazo que se marca Extremadura-Avante, propietaria del edificio, para licitar su gestión empresarial que permitirá la llegada de los primeros investigadores. El edificio viene a completar el proyecto de la Ciudad de la Salud y está ubicado en un punto estratégico: entre el Centro de Cirugía Mínima Invasión (CCMI) y el nuevo hospital. Comenzó a construirse hace cuatro años y ya se da por finalizado, a falta de corregir unos problemas técnicos relacionados con el abastecimiento energético. Su puesta en marcha lleva ya un año de retraso.

«Cáceres con este edificio ofrece ya un paquete integrado que añade un atractivo más a eso que va a ser uno de los ejes de desarrollo de la ciudad de Cáceres (investigación aplicada y el desarrollo posterior)», destacó el director general de Extremadura Avante, Miguel Bernal.

La idea, según avanzó Bernal tras una reunión con el alcalde, Luis Salaya, es que en los próximos «cuatro o cinco meses» pueda estar licitada su gestión. El inmueble, que costó a la Junta de Extremadura 1,1 millones de euros y tiene 1.200 metros cuadrados construidos en un terreno de 4.300, será una infraestructura única en la región donde gestarán sus proyectos de investigación empresas relacionadas con el ámbito de la biotecnología, la bioquímica, la biología molecular y la bioingeniería.

Contiene seis laboratorios, dos laboratorios comunes de investigación, seis almacenes técnicos, cuatro oficinas-nido, una sala de reuniones, tres talleres-bio y una zona de administración y gerencia. Allí se desarrollarán, por ejemplo, nuevos medicamentos, nuevas herramientas quirúrgicas o técnicas invasivas de última generación.

ANTES DE SU COMERCIALIZACIÓN/ «Va a ser el engranaje entre la investigación teórica y la puesta en explotación de esa investigación a través de las empresas que se implanten», destacó Bernal. Con el añadido de que los proyectos que aquí lleguen lo harán en el último proceso de su desarrollo, justo antes de sacarlos al mercado, lo que ayudará a situar a Cáceres en el mapa internacional.

«Nos va a permitir dar salidas a empresas locales o de fuera de la ciudad que decidan desarrollar aquí sus proyectos», señaló el alcalde. Y añadió que «es un paso más en un proyecto a largo plazo y en un proyecto de ciudad que lo que busca es permitir que los jóvenes investigadores que se han ido de nuestra ciudad puedan volver. Si conseguimos que alguno de los investigadores que tenemos fuera algún día puedan regresar a desarrollar sus proyectos habremos conseguido solucionar uno de los problemas de esta ciudad».

A la Bioincubadora se une la ampliación del parque científico y tecnológico, ubicado en el campus, que permitirá aumentar el espacio en desarrollo software «otro de los elementos fundamentales para el desarrollo económico de la ciudad». En este momento este sector da trabajo a 700 personas en la ciudad.