No contaminan porque son eléctricos, no hacen ruido, no provocan atascos, no gastan en combustible, no requieren esfuerzo y ni siquiera ocupan espacio de aparcamiento, porque se pueden plegar en un pis-pas y meterse bajo la mesa de la oficina. Permiten cubrir amplias distancias y tienen una autonomía aproximada de una hora, para cruzarse Cáceres... dos veces, sin un euro, sin una gota de sudor. Los patinetes eléctricos han llegado en silencio para quedarse. En Cáceres todavía no existe el boom de otras ciudades, donde ya son multitud, pero cada día se ven con más frecuencia. Y esta vez sí, la capital cacereña se adelanta a las circunstancias y el ayuntamiento ya está preparando una ordenanza reguladora para este tipo de transportes.

Porque los patinetes eléctricos tienen unas ventajas que no pueden ni mucho menos desdeñarse. Son los vehículos del futuro: no emiten CO2, no necesitan carburantes ni ocupan espacio en las ciudades. Pero ahora mismo transitan en un limbo un tanto arriesgado: al no existir un reglamento, van por las aceras y zonas peatonales, mezclados con los viandantes, pese a tener una masa superior y mayor velocidad, lo que puede provocar inseguridad (si bien en Cáceres todavía no han proliferado). Hay que regularlos, hay que darles su espacio, y la ordenanza ya tiene un borrador que en estos momentos estudian los distintos partidos políticos.

«VENDÍ EL COCHE» / Hay algo evidente: quien prueba el patinete, difícilmente se baja. Así le ocurrió a José Manuel Sánchez. «Ya me habían llamado la atención, había consultado las características por internet, cuando un día vi a dos personas en la zona de Vistahermosa con dos patinetes. Les pregunté por las bondades y las ventajas y me dijeron que si quería probar. En diez metros lo tuve claro», explica este cacereño firmemente convencido del nuevo sistema de transporte urbano. «Al día siguiente encargué uno para mí y otros dos para mis hijos, que están entusiasmados. Llevo poco tiempo y ya le he hecho mil kilómetros. He vendido el coche», relata.

José Manuel sale a menudo con su familia a disfrutar de la ciudad en patinete eléctrico. «Hacemos muchos kilómetros porque dispone de una hora de autonomía. Es un transporte cien por cien limpio, se recarga por la noche y cuando te levantas ya lo tienes listo», subraya.

Javier Alves está considerado prácticamente como el portavoz del mundo del patinete en Cáceres. A sus 28 años, fue de los primeros en utilizarlo y ha impulsado el primer grupo de Telegram de usuarios de patinete en Extremadura. También se ha interesado por la redacción de la ordenanza local que lo regulará. «El modelo que tengo (Xiaomi Mijia M365) salió a finales de 2016. Durante 2017 todavía se veían pocos porque se tenían que comprar a China. El auge ha llegado en 2018, en cuanto se han vendido en Amazon, Media Markt, El Corte Inglés... Ya los encuentras en cualquier lado con garantía española, y se nota que ha subido muchísimo su uso», explica. La mayoría cuestan entre 300 y 2.000 euros.

«VOY A PINILLA, MEJOSTILLA...» / Javier utiliza el patinete eléctrico cada día como medio de transporte. Por las mañanas se desplaza desde su vivienda, en la calle Roche Sur Yon, hasta su empleo, en el ayuntamiento cacereño, donde trabaja como auxiliar administrativo. «Son unos cinco kilómetros de ida y vuelta, pero lo utilizo realmente para todo: voy a Pinilla para participar en la liga de fútbol, me traslado alguna vez al campus, bajo a ver a mi hermano a La Mejostilla, hago la compra... Cáceres es una ciudad pequeña y con la autonomía del patinete, entre 25 y 30 kilómetros, me da para bastante», relata.

En la capital cacereña cada vez se ve más gente a bordo de este transporte, aunque no todos están inscritos en los grupos de Telegram, «y es importante, porque podemos aportar ideas a la nueva normativa y encontrar ayuda a cualquier problema. Nos apoyamos», indica. A nivel nacional, estos grupos han pasado de tener unos cientos de usuarios «a miles en el último año», desvela Javier.

A la hora de circular, los patinetes todavía no cuentan con unas pautas claras. «Si voy por la acera trato de ir muy despacio, en los carriles bici se puede acelerar un poco más, máximo 25 km/h. La Dirección General de Tráfico sacó la instrucción 16/V-124 aunque dejó la responsabilidad a los ayuntamientos», explica Javier Alves. Y en la capital cacereña ya se han puesto las pilas. La Ordenanza Reguladora de Circulación de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) en las Vías de Cáceres está en trámites. Regulará el tránsito de patinetes, segways, cuadriciclos, tuk tuk... «Nos gustaría que finalmente fuese una ordenanza práctica, no restrictiva, porque los patinetes son un medio saludable», indica Javier Alves, que ha transmitido al concejal de Movilidad las ventajas de ordenanzas como la de Rivas Vaciamadrid, que permite al patinete moverse por aceras, carriles bici y calzadas a velocidad adecuada. En cambio, la de Barcelona es más restrictiva con las aceras, pero se trata de una urbe con numerosos carriles bici.

La ordenanza cacereña permitirá circular por la calzada y los carriles bici. También por aceras y zonas peatonales amplias previamente autorizadas por el ayuntamiento (el contenido se detalla en los documentos adjuntos). Será una normativa importante, «porque el patinete ha venido para mucho tiempo: es limpio, versátil y cargarlo cuesta como un móvil», concluye Javier Alves.