Productos frescos... y sabrosamente elaborados. Los tradicionales mercados de abasto se han reconvertido en muchas ciudades para ofrecer, además de los puestos de carnes, pescados y frutas, pequeños negocios de restauración (bares, taperías...) que sirven bocados de buena gastronomía y de los mejores productos locales. Un ‘todo en uno’ adaptado a las nuevas tendencias urbanas. ¿Pero qué ocurre en Cáceres? El Mercado de Abastos de la Ronda del Carmen se rehabilitó entre 2015 y 2016 con un millón de euros. Su planta superior, modernizada y diáfana, creada para estos nuevos usos hosteleros, sigue sin actividad pese a los tres intentos del ayuntamiento por adjudicarla. Pero después de tres años, acaban de girar las tornas: la Asociación de Cocineros y Reposteros de Extremadura (ACOCYREX) quiere abrir en esta planta un mercado gastronómico, al estilo de los que triunfan por el país.

El ayuntamiento ha comenzado a tramitar la adjudicación tras un largo calvario de intentos sin éxito. Las obras de remodelación del mercado, financiadas por la Junta, acabaron en marzo de 2016 tras un año de reformas. En la planta baja ya funcionan diez puestos de carnes, pescados, frutas y verduras (quedan tres módulos libres). En la primera se crearon una decena de locales de restauración y productos gourmet con un espacio común en el centro, provisto de mesas, y una zona para actividades culturales. El propósito era emular en esta planta los ‘gastromercados’ que ganan actividad en otras urbes, con negocios de restauración que se abastecen de los mejores productos de la tierra.

El ayuntamiento intentó por dos veces la adjudicación conjunta de todo el primer piso a un único empresario (gestión integral) a cambio de un canon anual, pero el primer concurso en 2016, y el segundo en 2017, quedaron desiertos, pese a que el segundo reducía el canon de 19.000 euros a 8.500. Visto lo visto, el año pasado decidió sacar los diez puestos de manera individual y hubo interés por abrir tres: una vinoteca, una cafetería-pastelería y una pizzería. Eran del mismo promotor, que finalmente se echó atrás al ver que el resto seguirían vacíos.

Tras quedar tres veces el concurso desierto, el ayuntamiento ha optado por asignar los puestos mediante el proceso de invitación y adjudicación directa, eso sí, a una propuesta empresarial viable. Y así ha sido. La solicitud presentada hace unas dos semanas por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Extremadura ya tiene el apoyo del ayuntamiento y además solventa la situación con una sola adjudicación para toda la planta, como se preveía desde el principio.

TRÁMITES EN MARCHA / «Hemos tenido una reunión con el colectivo para conocer su planteamiento, y coincide con la idea de convertir la primera planta en un mercado gastronómico, que era el objetivo con el que se inició este proyecto», explica Raúl Rodríguez, concejal delegado de Turismo, Comercio y Empresa. «ACOCYREX alberga unas buenas expectativas para que finalmente éste sea un mercado de referencia y pueda aglutinar esas ‘delicatessen’ que son nuestros productos de la tierra, en manos de los mejores cocineros y reposteros que existen en Extremadura», subraya el edil, satisfecho porque la planta superior tenga la actividad para la que fue conceciba.

La asociación pretende gestionar los diez puestos, donde realizará actividades y eventos gastronómicos, degustaciones... Allí se promocionarán los productos con denominación de origen y con otras etiquetas de calidad de Extremadura. El colectivo también propone una itinerancia, de modo que sus más de 170 cocineros vayan planteando en el mercado iniciativas vinculadas a estos productos gourmet y a la gastronomía regional, que tan altas cotas alcanza. Se prevé que el espacio pueda ser un referente en cocina de la tierra que atraiga incluso al turismo.

Esta misma semana se le ha dado un plazo de quince días a ACOCYREX para la presentación de los documentos solicitados en el pliego, a fin de resolver la adjudicación. «La propuesta cuenta con el respaldo del equipo de Gobierno puesto que creemos que se trata de una buena iniciativa para la ciudad y para empezar a crear una dinámica de mercado gastronómico, abierto a otras iniciativas privadas, ya que ACOCYREX está dispuesta a incorporar nuevas propuestas de empresarios que tengan que ver con la restauración», matiza el concejal.

De momento no hay fechas. «Estamos ahora mismo con el proceso de adjudicación, que lleva sus trámites, pero nos gustaría que fuera cuanto antes», reconoce.

Desde el propio Mercado de Abastos de la Ronda del Carmen, los vendedores que ocupan los puestos de la planta baja ven con buenos ojos esta iniciativa, después de tres años sin que ninguna propuesta haya prosperado en la primera planta, que sigue completamente vacía. Estos diez comerciantes necesitan que el mercado cobre más vida. Las obras duraron un año, les obligaron a mudarse temporalmente al piso superior y desde entonces no acaban de recuperar el dinamismo que precisan.

Y es que el propio mercado cacereño no tiene el ‘tirón’ que suscitan en otras ciudades los productos frescos, de cercanía, de kilómetro 0 (menor gasto energético, menor daño medioambiental). «En todo el país la gente acude a estos espacios, aquí no tanto, no sabemos por qué. En nuestros puestos abundan los productos extremeños, la fruta de la tierra, la verdura de huertas propias y el pescado que entra a diario», explica Sebastián Jiménez, presidente de la Asociación de Empresarios del Mercado de Abastos.

Él mismo comenzó a principios de los años 70 en el Mercado de Abastos de Obispo Galarza. Lleva más de cuatro décadas con su negocio de carnicería y charcutería, que luego trasladó a la ronda del Carmen. «Antes había mucha más clientela porque no existían las grandes superficies, ahora hay cadenas de supermercados por todos lados que ofrecen la comodidad de aparcamientos y horarios amplios, nosotros hay cosas contra las que no podemos luchar», reconoce el comerciante. De hecho, el mercado abre de 8.00 a 14.30, un horario que algunos asentadores contemplarían ampliar si la actividad del recinto lo demandara. De ahí sus expectativas hacia la apertura de la planta superior.

«NECESITAMOS UN ALICIENTE» / Los comerciantes desconocen las razones concretas por las que han quedado desiertas las convocatorias para ocupar los puestos, «lo que entendemos es que al menos deben ponerse en marcha un 80% de los espacios para que la gente tenga un aliciente y suba», señala Sebastián Jiménez. De ahí que la nueva propuesta de la asociación de cocineros y reposteros sea bien acogida. «Permitirá que la planta se abra, que la gente se vaya interesando por el mercado, que esté en boca de los ciudadanos, que se haga un poquito de publicidad y que vengan a conocer nuestros productos», indica. «Lo que nos gustaría, en definitiva, es que entre público por las puertas, luego nosotros lucharíamos por ese público», declara.

De hecho, los comerciantes notan la importante subida de clientes cada jueves, coincidiendo con el mercado ambulante que se instala en las puertas. «Nos ha beneficiado bastante, por eso entendemos que cualquier reclamo de público es muy importante para nosotros». Además, la planta superior dispone de una entrada independiente, lo que le permitiría tener sus propios horarios a los negocios de restauración. «Ayudaría a dar visibilidad al mercado», subraya el presidente.

Lo que sí falta es un simple rótulo que indique a ciudadanos y visitantes que el edificio alberga el mercado municipal de abastos de la ciudad. «Lo hemos pedido desde que acabaron las obras, pero siempre nos dicen que se financiará con la próxima partida. La gente pasa delante y no sabe qué hay aquí. Algunos entran pensando que vienen al Organismo de Recaudación de la Diputación a pagar las multas», relatan los comerciantes con ironía.

PROBLEMAS DE APARCAMIENTO / La falta de aparcamiento en la zona tampoco ayuda... Conseguir un estacionamiento entre Cánovas y Colón se hace complicado y desanima a algunos compradores, que optan por los parkings de los hípers aunque los productos no tengan siempre la misma frescura ni sean de la tierra. «Es el peor problema, el hándicap más serio, se nos escapa qué solución se le podría dar», reflexiona Sebastián Jiménez. No obstante, el mercado ofrece reparto a domicilio y toma nota de los pedidos a través del teléfono o del whatsapp, para paliar en la medida de sus posibilidades estos problemas.

Hay que avanzar con los tiempos. El mercado también quiere hacerlo. Ahora puede cocinar su futuro, y la asociación de chefs y reposteros propone sumarse al reto. Los ciudadanos serán los que tengan la última palabra.