Doce año después de que se terminara de construir Cáceres el Viejo, los vecinos de esta zona de viviendas situada al norte de La Mejostilla estrenaron por fin ayer el vial con el que ganarán tiempo y seguridad para conectar con la ronda Norte. Con unas 2.000 familias, el residencial contaba con un solo acceso por la carretera de Monroy, que la asociación vecinal había criticado por su estrechez y por las dificultades de acceso a horas punta. Los vecinos llegaron incluso a echarse a la calle en abril del 2011 para reclamar una solución al anterior gobierno local.

Poco antes de las 12.30 horas, y tras el corte de la cinta a cargo de la alcaldesa Elena Nevado, los vehículos empezaron a circular por el nuevo vial de doble calzada con dos carrilles, con una longitud de 383 metros y que enlaza la calle los Trigales, situada en uno de los extremos de Cáceres el Viejo, con la de Severo Ochoa, en el residencial Gredos.

DINERO MUNICIPAL Costeada por el ayuntamiento con recursos propios y ejecutada por Santano en solo cuatro meses, la nueva infraestructura fue adjudicada a esta empresa cacereña por 744.000 euros, convirtiéndose en una de las actuaciones de mayor envergadura que se han llevado a cabo en esta legislatura. Como detalles más significativos, se ha tenido que construir una nueva rotonda en la intersección con la calle Severo Ochoa, además de un cruce en x con la de los Trigales, que dará prioridad a los conductores que utilicen el vial. También se ha dotado al tramo de alumbrado público, mobiliario urbano y una red de colectores e imbornales para desagüar. La superficie ocupada en zonas verdes es de 12.400 metros cuadrados.

Con esta infraestructura, dijo Nevado, "se soluciona un problema de movilidad y seguridad" y remarcó que no solo beneficiará a los vecinos de Cáceres el Viejo sino al resto de los ciudadanos al permitir la conexión con la ronda Norte. "Cumplimos una promesa electoral porque era una reivindicación justa", concluyó.

Por su parte, Manuel Iglesias, presidente de la asociación vecinal, recordó que la calzada era "una antigua reivindicación" desde que se constituyó este colectivo en el 2007 e incidió en que con el vial se da solución a "un problema por el cuello de botella que se formaba en el único acceso que era provisional".

En opinión de este portavoz, la apertura del nuevo vial podría redundar en que los locales comerciales sin uso en el barrio pudiesen ser ocupados para mejorar los servicios de los vecinos y calculó que el ahorro en tiempo para enlazar con la ronda Norte será de unos diez minutos.