Fue una coincidencia, pero durante el fin de semana del Festival de las Aves, cacereños y visitantes pudieron ver la ciudad a vista de pájaro gracias a un globo aerostático cautivo, es decir, amarrado al suelo. Pero la actividad no formaba parte de este festival, sino que estaba organizada por el Triángulo Urbano Ibérico Rayano, Triurbir, una plataforma integrada por las ciudades extremeñas de Cáceres y Plasencia, junto a las portuguesas Portoalegre y Castelo Branco, con importantes proyectos en cada localidad. Durante todo 2018 celebrarán su vigésimo aniversario y este globo en la plaza Mayor cacereña fue una de las actividades organizadas para ello.

Durante más de tres horas, niños y mayores pudieron probar la sensación de estar suspensos en el aire y, desde allí, mirar la ciudad monumental. La empresa Extremadura en globo lo hizo posible. Su responsable, José Miguel Álvarez, explicaba que todo el mundo podía vivir esta experiencia, «si te subes a un tejado, tienes un referente y eso puede dar vértigo, pero aquí no, estás suspendido, y por eso no da miedo». Largas colas para probar la experiencia y todo tipo de sensaciones. Los niños disfrutaron entre el miedo y la curiosidad. Y los padres, algunos ni se atrevían a subir y otros, deseando soltar amarras.