Los tiempos han cambiado tanto que han dado la vuelta a las costumbres más arraigadas en solo unas décadas. Actualmente, el número de bodas que se celebran en la capital cacereña es mayor a partir de los 40 años que antes de los 30. Pero si analizamos solo las que se tienen lugar entre contrayentes de 40 a 50 años, también superan a las parejas de entre 20 y 30, ya sean enlaces homosexuales o heterosexuales. Además, el número de nuevos matrimonios (bien civiles o bien religiosos) han caído a la mitad desde el año 1975 hasta 2019. Y un dato muy asociado a esta tendencia demográfica: la edad a la que se casan más personas en la capital cacereña son ya los 35 años.

Por tanto, los matrimonios se han retrasado hasta bien avanzada la treintena, y muchos ciudadanos dan el paso a los 40, a los 50, e incluso a los 60. De hecho, a esas edades otros vuelven a casarse tras una primera experiencia rota. Basta decir que en España se produce una ruptura cada 5,1 minutos, y cada día se disuelven 288 matrimonios, según el informe ‘Evolución de la Familia en las Comunidades Autónomas 2019’, del Instituto de Política Familiar (IPF). La tasa, muy por encima de la europea, revela que se producen seis divorcios por cada diez nuevos matrimonios.

Así las cosas, en la capital cacereña se organizaron 343 bodas durante 2019, última serie anual analizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pues bien, 77 de los contrayentes eran hombres y mujeres de entre 20 y 29 años, mientras que 112 tenían entre 40 y 49 años. Es más, por encima de los 40 años se casaron 134 personas, casi el doble de los que lo hicieron antes de los 30.

El grueso de las bodas se sitúa en la treintena con un total de 442 contrayentes en Cáceres de entre 30 y 39 años. Hay también datos curiosos como por ejemplo los 21 ciudadanos que decidieron dar el paso después de los 60 años. Otras cifras: aunque las personas que se casan por primera vez suponen una mayoría en Cáceres (el 87% son solteros), también comienza a cobrar fuerza el número de divorciados que dan el paso nuevamente (12%). Los viudos, en cambio, apenas tienen representación en estas estadísticas: solo 3 volvieron a casarse en Cáceres en 2019.

‘Sí quiero’... pero más tarde

El análisis de la provincia revela datos parecidos. En un año se han casado 366 personas de 20-29 años frente a 401 de 40-49 años. En total, por encima de los 40 años ha habido 507 contrayentes, una cifra claramente superior a los 366 que han dado el ‘sí quiero’ por debajo de los 30.

La radiografía por edades también llama la atención. En la capital cacereña, la edad que agrupa a más personas que deciden casarse son los 35 años, seguidos de los 34. Una franja más tardía que en la media del país, donde el mayor número de contrayentes se concentra a los 31 años. Así, los ciudadanos acuden cada vez más tarde al compromiso matrimonial, que en la actualidad ya no es una meta ni un objetivo en la vida de muchas parejas.

Por ello, quienes optan por ponerse una alianza también lo hacen más tarde. Un tercio de las bodas celebradas en la ciudad de Cáceres se producen ya entre los 31-35 años, cuando hace solo una década (en 2010) esa franja de edad estaba entre los 28-31 años. Pero si nos remontamos dos décadas (en 2000), los 28 años era la edad más frecuente para acceder al matrimonio, y el grueso se concentraba entonces en la horquilla entre los 25 -30 años.

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También cambian otros aspectos relacionados con la nupcialidad. Los datos globales de la capital cacereña recogidos por el INE indican que de los 343 nuevos matrimonios registrados en un año, un total de 218 (65%) fueron exclusivamente civiles y 117 (34 %) por el rito católico. Si se tiene en cuenta la suma de todos los municipios de la provincia, el porcentaje de matrimonios exclusivamente civiles supone el 70%, y en el total de España ya sube casi al 80%.

Treinta años de descenso

En general, el compromiso matrimonial (civil o sagrado) está en claro receso desde 1979. Aquel año se produjo el mayor número contabilizado en la provincia cacereña, con 2.649 enlaces. Desde entonces se ha vivido un descenso paulatino, y aunque algunos ejercicios han experimentado repuntes, lo cierto es que esa cifra se ha reducido a la mitad: en 2019 hubo 1.133 bodas.

Como consecuencia, la tasa bruta de nupcialidad, que calcula el número de matrimonios por cada mil habitantes, se sitúa ya en Cáceres en 2,9. Hace poco más de quince años era superior a 4. La provincia está 6 puntos por debajo de la media nacional (3,5). De hecho, es la octava con menos enlaces del total del país.

Tampoco la llegada de los matrimonios homosexuales ha animado los datos. En la capital cacereña, según la última serie anual de 2019, se han celebrado 8 enlaces del mismo sexo de un total de 343, un número aún minoritario. De ellos, 4 fueron entre hombres y otros 4 entre mujeres. En el total de la provincia ha habido 21 matrimonios del mismo sexo en un año (8 entre hombres y 13 entre mujeres), lo que también representa un pequeño porcentaje del 1,8 % frente al total de las bodas. Aun así, los enlaces homosexuales vienen en aumento desde la celebración de los primeros en el año 2005. En aquel momento hubo 6 en toda la provincia, pero en 2018 la cifra subió hasta 19, y en 2019 se ha situado en 21.

El INE ofrece otros datos singulares. Por ejemplo, revela que julio es el mes favorito para las bodas entre los contrayentes de la capital cacereña, mientras que junio lo es para el resto de la provincia.