Los dos robos ocurrieron de madrugada y a poca distancia. En ambos casos los cacos centraron su atención en las máquinas tragaperras. Estas coincidencias hacen pensar a los afectados que fueron los mismos autores quieren perpetraron las dos sustracciones durante la noche del viernes en las inmediaciones de la N-521 (carretera de Trujillo). El primer robo se produjo en el restaurante Casa Luciano, junto a la gasolinera Galp, donde los ladrones se llevaron 480 euros (80.000 pesetas) y causaron daños por valor de 1.200 (200.000 pesetas). El segundo ocurrió muy cerca, en el Club Hípico Monfragüe. Los autores se hicieron con unos 2.400 euros (400.000 pesetas).

La alarma saltó a las 2.30 en Casa Luciano. Los ladrones consiguieron extraer una luna blindada completa y arrastrar una máquina tragaperras hasta la entrada para romperla con una maza y llevarse la recaudación. "Sabían lo que hacían. Hay cámaras de seguridad y no quisieron adentrarse. En junio robaron con la cara oculta", explicó ayer el propietario, dispuesto a dejar las máquinas abiertas y sin fondos de ahora en adelante. "Tardé once minutos en llegar al negocio tras el aviso de alarma. Vi unas sombras que se escabullían, pero no oí ningún coche", señaló.

Poco después saltó el dispositivo de seguridad en el hípico. Los cacos arrancaron la reja del salón social y se llevaron la recaudación de una máquina y una cabina telefónica, además de un equipo musical. El club ha sufrido tres robos en año y medio, el primero por más de 6.000 euros (un millón de pesetas) y el segundo por 1.800 (300.000 pesetas).