Acetre, o lo que es lo mismo, Antonio Leyras, Ana Jiménez, Clara Lorenzo, Ana Márquez, Inés Romero, Paco Croche, Fran González, Víctor Asensio y José Tomás Sousa presentan Arquitecturas Rayanas , el nuevo proyecto discográfico, en el que al sonido de la música tradicional extremeña y lusa, suman, entre otros, ritmos orientales.

--Cáceres es la segunda parada de Arquitecturas Rayanas , tras el estreno en Madrid.

--Comenzamos allí aprovechando la semana de música portuguesa. Pero queríamos presentarlo tanto en Badajoz como en Cáceres, ya que además nos da la oportunidad de tocar en sitios tan emblemáticos como el Gran Teatro.

--El sonido de Acetre une el ritmo del folclore extremeño y el luso, y ahora además el caribeño y oriental. ¿Les parecía poco?

--Siempre estamos buscando nuevos caminos y sonoridades. Acetre tiene en 35 años una una forma de hacer peculiar, pero nos dejamos influir con sonidos con los que convivimos a diario. Eso puede darle una dimensión nueva a la música de raíz extremeña, y debe tenerla en el siglo XXI.

--Dicen que persiguen aunar música y arquitectura. ¿Cómo?

--Cada disco es un libro de poemas. Con un título, una forma e integrado en algo más amplio. En este caso queríamos visitar espacios arquitectónicos extremeños a través de la música. Relacionamos temas de raíz tradicional con esos espacios cotidianos, como plazas, que le dan vida. Lo de rayana no es solo porque estemos en La Raya, sino también por la acepción de "cercano" de la palabra.

--¿ Arquitecturas Rayanas es el mejor trabajo de Acetre?

--Creemos que sí. Pero siempre el último es el mejor porque es lo último que tienes dentro. Lo que sí es cierto es que, técnicamente, es el mejor trabajo y lo hemos hecho con mucho cuidado y mimo, desde la concepción del tema a la selección o el tratamiento de instrumentos y voces, pasando por la grabación o el diseño gráfico del disco.

--Cómo nace este disco.

--Comienzas el disco con una idea, porque hacemos trabajo de campo y tenemos letras antiguas guardadas. Pero en la grabación surgen cosas nuevas, se añaden instrumentos o se quitan. Así, nunca acabamos de hacer un tema, e incluso en los directos hacemos adaptaciones que creo que aportan cosas nuevas y, sobre todo, dan vida a los temas.

--Lo que sí ha supuesto este trabajo es la entrada en las listas europeas de World Music.

--Es un orgullo porque son listas en las que hay grupos de todo el mundo y gente muy buena. Ocupamos el puesto 20 de músicas del mundo y casi ningún grupo español lo ha conseguido antes.

--Porque el folk celta sigue siendo el pujante. ¿Cómo hacerle frente?

--El folk celta es casi una marca. Se fue creando un estilo y mucha gente se subió al carro. Nosotros estamos influidos por la música popular de muchos países, pero no tenemos nada que ver con la música celta. Nunca hemos tenido intención de identificarnos con ellos y mucha gente nos lo agradece.

--Llevado el folclore extremeño al exterior. ¿Cómo se recibe?

--De forma muy directa, y nos sorprende. Hay sitios en los que la gente no te conoce; empiezas a tocar y la gente conecta contigo inmediatamente. Quizás porque nuestra música son vivencias.

--¿Qué queda del Acetre de hace 35 años, cuando surge el grupo?

--Queda el recuerdo de lo que éramos y la forma distorsionada de cómo nos vemos. Sin esos pasos primeros sería imposible hacer lo que hacemos ahora. Y sigue quedando la amistad. Seguimos siendo un grupo de amigos que se juntan para pasarlo bien. Es un hobby muy grande al que tenemos que dedicar mucho tiempo.