El presidente de la cadena hotelera Zenit, Javier Catalán, lamentó ayer "los retrasos" del Ayuntamiento de Cáceres a la hora de conceder las licencias y afirmó estar "desilusionado" con las trabas que se ha encontrado para desarrollar un proyecto que, a su juicio, será muy beneficioso para Cáceres puesto que dará a la ciudad otro hotel de cuatro estrellas, con una inversión de más de 6 millones de euros (más de 1.000 millones de pesetas) y que supondrá la contratación de entre 25 y 30 puestos de trabajo.

Catalán comentó incluso que si en Barcelona los trámites burocráticos concluyen en seis meses, en Cáceres el papeleo se ha alargado "un año y pico. Debo llevar la intemerata", recalcó. El presidente de Zenit informó de que su empresa ya dispone de la licencia de obras y que acaba de obtener la de derribo, pero que todavía restan las de actividad y la de construcción.

La queja de Catalán no es la única. La Federación de Empresarios de la Construcción (Fecons) ha manifestado en algunas ocasiones las demoras que se producen en el consistorio en este asunto y los problemas que ello acarrea a los empresarios.

No obstante, Catalán comentó que confía en comenzar la demolición del edificio "de inmediato" y que las previsiones pasan porque el hotel abra sus puertas a lo largo del año 2005. Para esa fecha está previsto que Cáceres tenga "el que probablemente será el mejor hotel del centro y con mejor facilidad de acceso por su cercanía al casco antiguo y al paseo de Cánovas", señaló el responsable hotelero.

EL CRECIMIENTO El inmueble que albergará el hotel está ubicado en los números 36-38 de Parras y será el octavo 4 estrellas de la ciudad. Actualmente están en funcionamiento: Meliá, Parador, Barcelo V Centenario, Extremadura Hotel, Ceres Golf y Las Marinas. A ellos hay que añadir Zenit y San Antonio, hotel que ejecutará el grupo extremeño Zadovías en la calle Margallo.

Cáceres dispone de una amplia oferta hotelera, pero todavía carece de un establecimiento de cinco estrellas, aunque hay una oferta para la Casa Grande que no termina de cuajar.