Se presentaban en los hogares de los ancianos como técnicos de instalaciones de gas, mostrando un carnet expedido por la administración. Si se les impedía el paso para la revisión, aseguraban pertenecer a Repsol y amenazaban con un corte del suministro para atemorizar a la indefensas víctimas. En ciertos casos, incluso, dañaban la caldera o las conducciones, aprovechando un descuido del cliente, para justificar arreglos de piezas que estaban en perfecto estado. Con estas y otras tretas estafó a decenas de ancianos una banda que actuaba en Cáceres y otras nueve capitales españolas, según confirmó el Cuerpo Nacional de Policía tras desarticular la red.

Los autores del denominado timo del gas operaban dentro de una compleja trama de 19 empresas, dependiendo de la ciudad. La sociedad matriz que daba cobertura a todas ellas es Servicios Unificados del Gas, según fuentes policiales. El presidente de la asociación del sector de instaladores autorizados de Cáceres, Andrés Crespo, aseguró a este diario que tenía conocimiento del nombre de la empresa.

La policía ha detectado y puesto en conocimiento de la autoridad judicial 23 casos de esta estafa en Cáceres, Sevilla, Palma de Mallorca, Las Palmas, Barcelona, La Coruña, Madrid, Valladolid, Almería y Málaga; aunque se estima que los timos no denunciados son muchos más.

LAS VICTIMAS Diecisiete de los estafados tenían entre 75 y 92 años y fueron elegidos como "víctimas preferentes", según informó la Jefatura Superior de Policía de Sevilla --coordinadora de la operación--, porque "muchos de ellos viven solos y se sienten intimidados por estos sujetos".

Por ello, los ancianos accedían a sus pretensiones a pesar de que eran conscientes de lo abusivo del precio que pagaban.

Las cantidades que cobraba esta organización oscilaban entre 48 y 490 euros, bastante elevadas para los mayores que subsisten con una pensión.

Los detenidos por un presunto delito de estafa son Luciano C. C., de 29 años, que tenía tres detenciones anteriores por estafas similares en distintas ciudades y que actuaba como instalador autorizado, y Santiago F. L., de 33 años, que fue arrestado cuando salía de una oficina que la organización había instalado en la barriada La Juncal de Sevilla.

EXPEDIENTADA Otras ocho personas han sido identificadas por participar en la estafa de distintos modos y Servicios Unificados del Gas se encuentra sometida a un expediente sancionador.

La suma total de las cantidades estafadas a las víctimas asciende a 4.098,58 euros, a los que hay que añadir otros 6.000 euros que hurtaron de una de las viviendas. Los dos detenidos ya han sido puestos a disposición judicial, añadió la policía.

De la investigación policial se desprende que la banda cambiaba piezas "en perfecto estado y con bastante margen de caducidad" por otras que portaban los técnicos de la banda y cobraban por ello unos "precios abusivos" en comparación con el valor de mercado, ante la ignorancia de los consumidores.

Los presuntos estafadores llegaron a visitar en dos ocasiones algunos domicilios por considerar que esas víctimas eran "bastante vulnerables".