Llegó sobre las 20.00 horas de la tarde del pasado jueves al párking del parque del Príncipe y estacionó su coche en la primera fila del aparcamiento, junto a otros que ya estaban allí. Acto seguido, se fue con algunos amigos a tomar algo y, cuando regresó apenas dos horas después, comprobó cómo había caído encima de su vehículo una rama de aproximadamente un metro y medio de longitud, lo que provocó una abolladura leve en el techo. "El tronco permanecía en el suelo, entre mi coche y el que que estaba al lado. Vimos que podía haber caído desde unos tres metros y medio de altura, más o menos", explica a este periódico Manuela Rueda, la afectada por el incidente.

Rueda, que llamó a la policía en el momento en el que se dio cuenta del percance para denunciar los hechos, ya que el impacto de la rama "había provocado daños leves en mi vehículo", lamenta ahora la dejadez municipal para con esta zona de la ciudad. "Estuvimos un rato mirando y están todos los árboles sin podar y sin que nadie les preste atención. Sin ningún cuidado, vamos", dice. Y añade que si en vez de en el techo del coche, el árbol hubiera caído sobre la cabeza de una persona, el accidente podría haber acarreado "consecuencias mucho más graves".

"Si llego a volver al párking media hora antes, igual me cae encima a mí", afirma la afectada, que fundamenta también su preocupación en que la zona "suele ser muy transitada. Normalmente hay muchas personas, todos los que usan el párking, y también por la piscina pública de al lado". Ahora espera que su seguro se ponga el contacto con el ayuntamiento para que el organismo se haga cargo de los gastos de reparación de los desperfectos causados por la rama. Además, la maleza de los alrededores también puede suponer un peligro, según denuncian algunos vecinos de la zona, por el posible riesgo de incendio, sobre todo en esta época veraniega, y también por los insectos que allí se concentran.