La Policía Nacional desmantela a un grupo organizado dedicado al tráfico de hachís, actuación que se ha saldado con ocho detenidos (con edades entre 20 y 34 años) como presuntos responsables de un delito de asociación ilícita y delito contra la salud pública. También realizaron cinco registros, en los que se ha intervenido más de un kilo de hachís, más de 600 gramos de marihuana, tres vehículos y 220 euros en efectivo. No se descartan más detenciones.

La investigación comenzó en julio, cuando los agentes obtuvieron la información de que un conocido traficante proveniente de Mérida se había instalado en Cáceres y había hecho del tráfico de hachís "su medio de vida". "El cabecilla" del grupo, según la policía, adquiría la mercancía a distribuidores de nacionalidad marroquí asentados en el territorio nacional, y procuraba "tocar" lo menos posible la droga. Se encargaba del trato y el pago de los envíos de la sustancia a los distribuidores y de la administración de los beneficios de su venta.

Además se encargaba de "controlar a sus colaboradores para que éstos realizaran eficazmente la venta, no dudando en utilizar la intimidación, e incluso la violencia, cuando de cobrar alguna deuda se trataba". Por debajo de éste, su "mano derecha" recepcionaba la mercancía, la ocultaba y la vendía a otros traficantes. También facilitaba a su jefe continuos cambios de número de teléfono y de vehículos, a nombre de diferentes titulares, como medidas de seguridad. En el escalón inferior estarían los "colaboradores", jóvenes que se dedicaban a distribuir la sustancia estupefaciente en las zonas de la ciudad de Cáceres que cada uno de ellos tenía asignada.

Por otra parte la Policía Nacional ha detenido en Cáceres a un hombre de 46 años como presunto autor de un delito contra la salud pública, cuando supuestamente trapicheaba en la zona de La Madrila con ocho papelinas.

ESTAFA TELEFONICA Por otro lado, los agentes han detenido también a un vecino de Cáceres por contratar supuestamente de forma fraudulenta 33 líneas de teléfono y generar una deuda de más de 5.000 euros a las diez personas a los que había usurpado su identidad. La investigación comenzó a raíz de la denuncia de un cacereño, víctima del supuesto estafador. El detenido es un hombre de 45 años con antecedentes por hechos similares, quien fue puesto a disposición judicial, que decretó su ingreso en prisión.