Café Quijano presentó anoche su último trabajo Qué grande es esto del amor en el recinto hípico de Cáceres ante 3.000 fieles. El recinto hípico no presentó el ambiente de las mejores ocasiones para recibir al grupo leonés que arrancó al son de Todo es mentira ante un público más maduro de lo esperado.

El frío y las fechas estivales restaron afluencia a una de las citas musicales del verano. Fue el segundo gran concierto que acoge la ciudad en el 2004, tras la visita de Extremoduro el pasado mes de junio y el esperado espectáculo que ofrecerá David Bisbal en septiembre.

Los devotos de los hermanos Quijano pudieron disfrutar al ritmo de éxitos como Nada de ná , Las llaves de Raquel o la canción que acompañó a la selección española en la pasada Eurocopa de Portugal.

El trío leonés, tras su paso por Cáceres, partirá el martes hacia Los Angeles, ciudad en la que han grabado este último disco y el anterior, La taberna del Buda , antes de retornar para seguir con su gira.

Café Quijano, a lo largo de su trayectoria por el panorama musical, ha cambiado su estilo a medida que han ido creciendo. Sus primeros trabajos fueron principalmente latinos, pero los dos últimos álbumes han adquirido mayor tinte roquero.

Uno de sus componentes, Oscar, marcó la filosofía del grupo antes del concierto de anoche: "En cada disco hemos hecho lo que nos apetecía. Los boleros están bien, pero en un concierto mola más saltar. En este último trabajo hemos hecho más rock, más cañero pero perfectamente audible por todo tipo de público".