Tras ocho meses sin oficina bancaria ni cajero automático, unos cuarenta municipios de Cáceres volverán a contar con servicios financieros. Ello ha sido posible gracias a un acuerdo establecido entre Cajalmendralejo y los ayuntamientos interesados que, a su vez, se acogerán a una línea de subvenciones que ha abierto la Diputación Provincial de Cáceres y que contempla cuantías que van de los 5.000 a los 10.000 euros. Se espera que las sucursales puedan abrir en el mes de octubre en la mayoría de los casos.

Fuentes de la entidad extremeña han confirmado este acuerdo, el cual se empezó a fraguar antes del verano cuando un grupo de alcaldes de la provincia de Cáceres afectados por el cierre de oficinas de Liberbank se dirigieron a Cajalmendralejo y a otras entidades con el objeto de poder seguir contando con una sucursal bancaria en su municipio. Así, empezando por una veintena de ellos, poco a poco se ha ido rebasando esta cifra y ya hay más de 40 municipios interesados. En todos ellos, de una u otra manera, se volverá a abrir un banco con mostrador para atender a los vecinos.

Hay municipios que dispondrán de oficina todos los días, otros en los que se abrirá varios días a la semana y otros en los que tendrá un horario reducido uno o dos días a la semana. Se trata de localidades que, en algún caso, no superan los 200 habitantes pero que, por un principio de corresponsabilidad social, se ha decidido atender. En conjunto, todos los pueblos implicados no alcanzan los 15.000 habitantes. Por ello, el ayuntamiento deberá comprometerse con los gastos de la oficina; por su parte el banco aportará el personal.

De momento, se ha decidido no presentar el proyecto públicamente y se lleva con cierto sigilo hasta que esté más maduro. No en vano, solo se cuenta con dos oficinas ya listas para abrir. El resto está en proceso. Hay que tener en consideración que en algún caso se ha contado con el local que había dejado previamente Liberbank, pero en otros ha habido que alquilar otro completamente diferente donde se están realizando o se tienen que realizar aún las oportunas reformas. En cuanto al personal, Cajalmendralejo deberá realizar un incremento de plantilla, pues atender a más de 40 localidades, aunque se puedan compatibilizar horarios entre varios pueblos, conlleva tener que contratar a más empleados.

A este tema se refirió ayer el alcalde de Aldea del Cano y vicepresidente de la diputación provincial, Miguel Salazar. Su municipio es uno de los que contará con una sucursal en el mes de octubre. El consistorio ha cedido un local a la entidad financiera que ya está en obras. «Hay que reconocer el apoyo de Cajalmendralejo. Estamos deseando cerrar este trago amargo y complicado», dijo Salazar. Durante este tiempo los vecinos de su pueblo tenían que desplazarse hasta Torremocha o Cáceres para sacar su dinero del cajero. El ayuntamiento ha llegado incluso a prestarse para desplazar a personas mayores que no disponían de medios para llegar a estas localidades.

EXCLUSIÓN FINANCIERA / El cierre de sucursales bancarias por parte de Liberbank dejó a 36 municipios cacereños en exclusión financiera. Desde el cese de esta actividad los vecinos de estas localidades no pueden acceder a un cajero ni a una ventanilla para disponer de su dinero. Esta decisión llevó a los alcaldes de los municipios afectados a manifestarse. Llegaron a recoger 5.000 firmas contra el cierre de ventanillas. La diputación siempre se ha mostrado contraria a la supresión de sucursales. De hecho la presidenta amenazó a Liberbank con cancelar las cuentas de la institución si no daba marcha atrás.