Ya es fácil imaginar cómo sería la capital cacereña con una playa de arena blanca. La imprenta Copegraf ha plasmado en un calendario el sueño de muchos ciudadanos, con la parte antigua junto a una costa caribeña bañada por aguas azules. Al otro lado de la playa, quedaría el santuario de la Virgen de la Montaña, un mirador estratégico sobre el mar imaginario.